La voz de los muertos: Guía de símbolos olvidados de los cementerios: 15

"Era pequeña cuando asediaba a mi abuela Prudencia, una mujer viajada y culta, para que me relatase una y otra vez la noche en que ella, sus padres y otros vecinos del lugar de Chancelas (Boiro, A Coruña) se toparon con la Santa Compaña.
Tenía cinco años y no sabía leer, pero suplía esa carencia escudriñando todo lo que no eran las letras en las lápidas del camposanto."

Con este comienzo se hace evidente que Fátima creció con las historias relacionadas con el más allá y sus muertos. Y quizás por eso "La voz de los muertos" se convierte en una aventura, además de una guía para comprender la importancia de la simbología del lugar donde habitan los muertos. No somos conscientes de hasta qué punto determinado símbolo nos puede dar una gran cantidad de información de la persona que se encuentra ahí enterrada. Siempre entendiendo que es simbología que actualmente está en desuso, dejó de usarse a partir de la IGM, así que está más relacionada con los camposantos de siglos anteriores.

La guía comienza hablándonos de las flores, una de los símbolos más habituales en los cementerios y que aún seguimos usando...al menos, en su forma natural. Se nos habla de algunas sobradamente conocidas como la flor de Lis, que incluye un simbolismo puramente religioso como es la trinidad, aunque también se utilizó por parte de la Corona francesa como marcaje para los delincuentes. Hay otros símbolos menos conocidos como podría ser el árbol caído o tocón, que representa la muerte prematura de quien allí está enterrado.

"Se han encontrado vestigios vegetales en un enterramiento de Homos neanderthalensis, lo que significa que las flores han acompañado a nuestros muertos desde que éramos más que una sola humanidad."

Tras las flores vendrá la simbología animal, entre las que me ha sorprendido especialmente la de las abejas, insecto que ya desde el Antiguo Egipto tenía una fuerte carga simbólica relacionada con la fuerza vital o la de representar el alma, como ocurre para la gente de Galicia. O sus colmenas cuya representación parece estar relacionada con la masonería. Otro bastante curioso son los murciélagos, animales portadores de buena suerte en diferentes zonas de A Coruña.

"quen mata a una unha abella ten cen anos de pena e quen mata a un abellón, cen anos de perdón"

La forma humana, especialmente la femenina, suele también muy representativa. Por ejemplo, una mujer con un ancla representaba la esperanza o la religión cristiana, camuflando la cruz en el ancla, para aquellos primeros cristianos que se escondían en las catacumbas. Los libros también hacen su aparición, si es uno sostenido por unas manos representa una vida conforme a las escrituras y una pila de libros hace referencia a una vida dedicada al estudio, a la erudición.

Fátima también hará un repaso de otros símbolos religiosos como las cruces, a las que ella también atribuye otros contenidos más místicos por lo que estas representan.

"Como ciudadanos habituados a los símbolos cristianos-agnósticos, ateos o creyentes estamos acostumbrados a las representaciones religiosas y las reconocemos como tales- podemos caminar entre el mar de cruces de las necrópilis sin conmovernos.
Pero en algunos casos la presencia de lo sagrado por medio de la representación simbólica nos emociona porque canaliza de forma anómala -entre todo el ruido del mundo- una muestra del poder espiritual contenido en esa imagen."

Nos explicará qué es un psicopompo o la gran variedad de tipos de ángeles que hay, esos seres que nos siguen pareciendo fascinantes cuando escoltan una tumba. Y para finalizar, culmina con un capítulo dedicado a la arquitectura de las necrópolis y a cómo esta ha evolucionado. Me ha parecido una de las partes más interesantes del libro, pues se hace referencia a temas históricos.

Su lectura no solo nos acercará a estos vestigios que aún tienen mucho que decir en el camposanto, también recoge numerosos poemas o citas de grandes escritores clásicos y modernos. Incluso podemos encontrar todo tipo de leyendas (religiosas o no). Y casi toda la iconografía de la que se habla viene junto a un dibujo a cargo de Antonio Seijas, que nos permite comprender y visualizar todo aquello de lo que se nos habla.

"La voz de los muertos" es un libro para los amantes de estos temas, además de para esa gente que curiosea con lo histórico y antiguo. Pero hay que pensar que toda esta simbología de siglos pasados no deja de ser más que un arte nacido en Londres cuyo fin era mostrar e informar a aquellas personas que no sabían leer o escribir. Por lo tanto un cementerio se convertiría así en una especie de historia viviente de aquellos restos de personas que los habitan. A mí me parece algo fascinante y no dudo en recomendaros esta experiencia si os atrae la imaginería de los cementerios.

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