Ha pasado una semana desde que acabé de leer vuestra historia, y todavía acudís a mi mente de una manera constante. Como sucedía mientras leía la novela, puedo veros nítidamente, junto a las tres torres, en esos pisos de techos bajos para que alguien ganase más dinero, en el camino por el que vais a correr lejos de las miradas. Puedo sentir vuestro miedo al padre, a las tradiciones que os subyugan, sentir la emoción de vuestros amores y pequeñas liberaciones. Y conforme avanza la historia sigo respirando todos vuestros temores, la pobreza, la injusticia, la conciencia de clase, de raza, y esa bicicleta circulando por las calles de Barcelona. Es curioso como este libro había pasado por mis manos un par de veces, se había venido a casa desde la biblio y no sentí que fuera el momento. Recuerdo que una de las veces estaba muy liada, y la otra lo dejé aparte pues discrepaba de la opinión de la autora en alguna de sus columnas de El País y me dio la pataleta. Una lástima pues no son muchas las novelas que me llegan tan dentro, me sacuden y me llegan tan dentro, me sacuden y me humedecen los ojos. Un acierto total. Una novela dura y necesaria. Una muy digna merecedora del premio Nadal. Siempre relaciono este premio con Carmen Laforet, y me atrevo a decir que "El lunes nos querrán" es un Nada del s.XXI protagonizado por mujeres racializadas |