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ISBN : 9585672936
109 páginas
Editorial: Angosta Editores (14/01/2019)

Calificación promedio : 4.33/5 (sobre 3 calificaciones)
Resumen:
Un inmigrante blanco y fugitivo, Bernhardt, judío errante, se refugia en Colombia con su familia. Desconfía de todos, pero confía en sí mismo y domina la técnica. Un descendiente de esclavos, el Boga, un pescador negro que se ha afincado en una tierra de nadie, ha aprendido el dominio de los elementos. El azar los reúne en un mismo territorio de palmeras y manglares en donde el agua dulce desemboca en el mar. Ambos, por leyes distintas, se consideran dueños del siti... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (3) Añadir una crítica
Danielefeeme
 19 March 2020
Dos aguas” es la primera novela del periodista Esteban Duperly. El libro cuenta la historia de dos personas completamente distintas que por caprichos del destino, llegaron a vivir uno cerca del otro. “El Boga”, negro, pescador que sobrevive el día a día recogiendo cocos en una tierra cercana al mar donde vive con su esposa Flora, algunos pollos y una marrana. Por el otro lado está Bernhardt, un emigrante vienés quien, acompañado de su esposa, sus hijos, su hermano, la esposa de su hermano y el hijo de su hermano, y la niñera, decide huir de la vida en la ciudad y colonizar un terreno cerca al mar.
Las historias de ambos se van desarrollando de manera individual. A medida que pasan las páginas vamos conociendo más sobre la vida de El Boga y su esposa, Bernhardt y su familia, y todos los sucesos que los van llevando a compartir existencia. El Boga había vivido largo tiempo en un terreno en medio del golfo de una playa sin nombre, allí había llegado luego de haber sido expulsado de otra parte, en donde vivía solo. En el nuevo territorio, comenzó a establecer su vivienda, a cortar árboles, a amarrar su canoa y su atarraya; conoció a Flora en el pueblo y la llevó a vivir con él.
Bernhardt, por su parte viene exiliado de Austria, de donde salió en medio de la persecución a los judíos por parte de los nazis. Allí, tanto él como su hermano, tenían una tienda de fotografía y elementos fotográficos; sin embargo, un día fueron perseguidos y quebraron sus ventanas, por lo que decidieron huir junto con sus familias, rumbo a Estados Unidos. El barco en el que venían hizo una escala antes de llegar a Estados Unidos y por razones del destino, no pudieron llegar a ese país sino a otro. Llegaron a una capital del nuevo país donde sobrevivían trabajando como fotógrafos aéreos, Bernhardt pilotaba el avión, mientras su hermano tomaba fotografías. Con el tiempo, fueron también perseguidos, esta vez acusados de nazis, nuevamente hubo cristales rotos y una huida de toda la familia. Fue así como Bernhardt decidió marcharse a un terreno cerca al mar que había visitado en un viaje, donde había negociado con el dueño del terreno la venta de éste.
El problema empieza cuando Bernhardt se da cuenta que el terreno que quería estaba habitado por un hombre que tenía ahí una casa y vivía con su esposa. al llegar y darse cuenta que el hombre estaba ahí, cuando Bernhardt ya tenía las escrituras del lugar, hizo que el extranjero se llenara de furia y acudiera a las autoridades para desalojar al ocupante de su tierra. al poco tiempo el Boga fue sacado de su casa, su mujer escoltada por un policía quien le había dislocado un brazo, y cuando los policías comenzaron a destruir las ventanas de la casa del Boga, algo en Bernhardt se estremeció y lo hizo recordar sus propias vivencias.
A partir de ahí, Bernhardt, estableció su casa en donde vivía el Boga, mientras que este último, tuvo que reasentarse a unos metros de donde estaba, derribando nuevamente árboles y construyendo un nuevo rancho. Cada acción realizada por Bernhardt y su familia, eran vistas con recelo por parte del Boga y su esposa, al igual que las acciones del Boga eran estudiadas por Bernhardt. Cada familia hizo lo suyo, los extranjeros sembraron diferentes plantas, hicieron sistemas de riego y emplearon energía eléctrica. El Boga por su parte, se dedicó a la pesca, pues ya no podía vivir de los cocos, que ahora estaban en el terreno de los extranjeros y eran vendidos por estos.
Los celos y la lucha de caracteres empezaron a dominar la relación entre los nuevos vecinos. Cuando el Boga y su esposa acudieron a la nueva familia para pedir ayuda, Bernhardt no quiso llevar a la mujer al pueblo para que le atendieran una muela. EL desquite del Boga vino después, cuando supo que iba a haber mar de leva, pero no le dijo nada a Bernhardt y su familia; mientras él se preparaba para la leva y las lluvias, veía como los vecinos seguían su vida con normalidad. Finalmente, se regocijó cuando el agua cubrió todos los cultivos, dañó la planta de electricidad y los vecinos se vieron obligados a comprarle el pescado que el Boga recogía en la mañana, en ese momento el Boga no quiso venderles pescado a los vecinos, sabiendo que era lo único que podían comer luego de haberlo perdido todo.
Luego del altercado con los pescados, Moritz, el hermano de Bernhardt, llegó a caminar por la orilla, a lavarse las manos en el mar y a sumergirse en este para refrescarse, en medio de su baño, Moritz, sintió la temperatura del agua cambiar, luego sintió una picadura de una medusa, lo que lo hizo salir del agua y buscar ayuda en su casa. Allí, las medidas tomadas por su esposa, la esposa de Bernhardt y la niñera, no lograban amainar el dolor, por lo que se vieron obligados a acudir a los vecinos. Marcus, el hijo de Moritz, fue quien avisó a los vecinos, ellos, luego de pensar un poco, decidieron ayudarle y trataron las heridas de Moritz con la sabiduría ancestral de los pueblos costeros, aliviando así al extranjero de su dolor.
A partir de ese día, la relación entre el Boga y Berhnardt se volvió estrecha, comenzaron a pescar juntos y a beber juntos. Ahora su relación no era de competencia, sino de admiración mutua, en la que uno aprendía de los saberes del otro mientras lo observaba haciendo lo que su vida les había enseñado. Ahora, más que odiarse sin razón, las circunstancias ayudaron a que se pudieran entender. En el texto no se aborda explícitamente que ambos hubieran conocido la historia del otro, pero el lector, que es el que va conociendo los dos lados de la historia, puede darse cuenta que tanto el Boga como Bernhardt han vivido la persecución, que ambos fueron obligados a salir de sus tierras, que ambos veían al otro como un enemigo porque no podían comprender lo que pensaba o sentía; además, como ambos se encontraban rivalizando, aprovechaban cada ocasión en la que el otro necesitaba ayuda, para sentirse mejores, superiores y capaces de decidir sobre el destino de los demás.
Sin embargo, fue el dolor el que los pudo igualar, el dolor de muela de la mujer del boga y el dolor moral y de hambre que tenía la familia de Bernhardt, los hicieron acercarse y los ayudó a conocer que así fueran de distinto color y hubieran nacido en diferentes países, a los vecinos también les dolía algo y les podían pasar cosas malas. El accidente de Moritz ayudó a dejar los egos de lado y a poder unir esas dos aguas tan cercanas y diferentes que eran sus vidas, en un único mar en donde ambos se adentraron para poder sobrevivir en el golfo y poder llevar el sustento para sus familias.
En conclusión, “Dos aguas”, es un libro que habla sobre entender las diferencias, que invita a atreverse a dejar la falsa superioridad que otorga el tiempo, el conocimiento o la sabiduría en un ámbito determinado, para poder así liberarse de creencias y entender al otro como una persona igual, que también está expuesta a peligros y padecimientos, a la que se le puede comprender y ayudar a existir en un mundo de naturaleza incontrolable.


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Homolectus
 10 January 2021
Lo primero que debo decir de Dos aguas (Angosta editores, 2018) es que, si bien es una novela colombiana, bien podría desarrollarse en cualquier golfo del caribe. Esta particularidad le da a la novela un toque de magia, da la oportunidad de que el lector pueda imaginar más de la cuenta sin necesidad de limitarse a un espacio conocido por el simple hecho de que le mencionen el nombre de un lugar.

El Boga es un hombre de vida simple: Vive en el Golfo junto a su mujer entre un cocotero de donde obtienen lo necesario para el día a día o para cambiar por algo de dinero y así completar las necesidades de la vida simple. Su forma de vivir se ve interrumpida por la llegada al lugar que consideraba su hogar de un hombre blanco junto con toda su familia y un montón de objetos de los que desconoce su utilidad. Bernhardt llega al Golfo junto con toda su familia, la institutriz de sus hijos, su hermano y la familia de este en búsqueda de un nuevo lugar al que, por fin, puedan llamar Casa.

Ambos personajes principales son bastante contrarios: un negro caribeño y un judío alemán, una vida simple en medio de la naturaleza y una vida llena de objetos que llevan la civilización, un hombre que no conoce nada fuera del Golfo y su pedazo de mar y uno que ha atravesado el mismo mar. Con orígenes tan diferentes siempre se conserva la intriga del dónde irá a parar todo, pues este choque de culturas da espacio para que a cada uno de los implicados les cambie la vida de forma bastante sustancial. Lo que sí es una verdad del libro que queda clara desde los primeros momentos es que tanto el Boga como Bernhardt buscan lo mismo en la vida: Tener un lugar al cual poder llamar Casa.

Si bien el Boga y Bernhardt son de mundos tan diferentes, se admiran en silencio. Esto da paso a la sensación de parte de ambos de que el otro está mejor, que el otro es más feliz y que incluso tiene todo lo que necesita o lo que le podría facilitar la vida. Un sentimiento tan común en la vida cotidiana y que nos hace desfallecer tantas veces como personas y con el que no me costó sentirme identificado en el libro ¿Es más feliz el otro por lo que tiene?

Es una novela muy rica en descripciones, olores, texturas, anécdotas y sensaciones. Todos estos elementos se disfrutan de una manera increíble y son la llave para que la imaginación del lector se transforme al Golfo y viva junto al Boga y Bernhardt su historia. Me gustó mucho el nivel de descripción y detalle de cada lugar, cada tanto que Duperly se propone darnos una imagen fiel del lugar en el que se encuentran los personajes lo logra como si entregara en la mano una foto.

Con una narración que por momentos me recordó a la de Gabo, Duperly muestra un amplio conocimiento de la cultura costera. Un hecho que no pasa desapercibido por el hecho de tratarse de un personaje venido del interior del país y del que a priori uno esperaría una novela con un entorno más local, cercano a su cotidianidad. Buena esa por parte de Esteban de darle vuelo y aprovechar su conocimiento, recuerdos e intereses en su novela.

Con pasajes que recuerdan a Hemingway, a García Márquez, Esteban Duperly nos entrega una novela gracias a sus descripciones nos hace por momentos pensar en el otro junto con el deseo de que este experimente de alguna u otra forma los sucesos y sentimientos que nos han hecho lo que somos. Una novela que muestra los ires y venires que es la vida de sentimientos y situaciones.
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adridelabarrera
 11 April 2020
Esteban Duperly, el autor de dos aguas, ha sido una sorpresa agradable para mi. Escribió una historia solida, real, centrada, donde no solo nos muestra la unión de dos mundos distintos, la unión de dos aguas, sino que ademas nos deja una enseñanza gigante, en un libro de tan solo 199 paginas.

Claro, no es la primera vez que esto pasa; no es la primera vez que un libro corto, deja plasmado o impregnado una enseñanza, pero ¿qué tiene este de diferente con respecto a los demás? es una pregunta a la cual no tuve una respuesta de inmediato, todo lo contrario, después que termine el libro me tome 3 días para hacer esta reseña, pero sentía la necesidad de analizar bien lo que acababa de leer, y me di cuenta de que la respuesta era mas fácil de lo que pensaba, la magia.

La magia con la que Esteban relato cada suceso, con la que escribió cada palabra, fue esa magia, la que me hizo perder en un paraíso del caribe colombiano. Fue esa magia la que me hizo valorar todo lo que tengo y la que me hizo comprender que la felicidad está en las pequeñas cosas.Fue esa misma magia, la que utilizo para cada párrafo y con la que describió cada pensamiento y cada cosa. 

Dos aguas, nos transporta a desde principio a fin. Nos muestra la severidad del ser humano, el lado amable, el lado malo; nos muestra, cada una de las acciones que nos hace ser reales, cada uno de los sentimientos que nos hacen ser quienes somos. Todos esos pensamientos que nos hacen de carne y hueso, que nos llevan a tomar decisiones de forma apresurada, o a juzgar a las personas sin antes conocerlas, solo porque nos llevamos una primera impresión errada.

Me gustó mucho este libro, me impresionó la narrativa del autor, los detalles con los que escribió, la diferencia social que resaltó en el libro, la manera como me hizo soñar con esa coquera, con la tranquilidad y la libertad del lugar. Espero seguir leyendo más historias del autor y seguir soñando con ese paraíso oculto. 
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Citas y frases (2) Añadir cita
HomolectusHomolectus22 January 2021
Pero el manglar sí tenía dueño: era un trozo de mundo que le pertenecía a la iguana , al cangrejo, a la babilla, al pájaro carrao que comía en el pantano.
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DanielefeemeDanielefeeme19 March 2020
Es difícil odiar verdaderamente a un hombre por algo que no es importante. Obligarse a ello cansa
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Video de Esteban Duperly (1) Ver másAñadir vídeo
Vidéo de Esteban Duperly
La escritura como experiencia renovadora. Darío Jaramillo Agudelo, Gilmer Mesa y Juan Gabriel Vásquez conversan con Esteban Duperly.
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