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"Ahora --murmuró el desconocido--, adiós, bondad, humanidad y gratitud..., adiós, todos los sentimientos que ennoblecen el alma. He querido ocupar el puesto de la Providencia para recompensar a los buenos..., ahora cédame el suyo el Dios de las venganzas para castigar a los malvados"¿Quién es ese misterioso conde que aunque muy frío de costumbre tiene modales tan finos e inteligencia tan sutil por momentos, que parece enviado del cielo para dar y quitar favores de los más increíbles, que parece siempre dar una buena mano a su prójimo, que sabe tantas lenguas y conocimientos como pocos en el mundo, de dónde habrá obtenido riquezas y sabiduría? Quizás para responder estas preguntas tendríamos que conocer a un joven marsellés cuyo único fin en la vida de muy joven era surcar los mares, amar a su novia Mercedes y velar por su honorable padre. Caído en desgracia cuando fue vinculado por los temibles realistas de participar en la vuelta del usurpador Napoelón de su destierro en la isla de Elba.El poder descubrir el viaje temporal y a traves de Marsella, Roma, París, y un largo etcétera de Edmundo Dantès de principio a fin ha sido bastante emocionante, pocos libros y creo autores como el propio Dumas es capaz de hacer experimentar sentimientos tan diversos y profundos. A pesar que como siempre su relato ni está lleno de frases memorables ni la creación de los personajes es tan profunda. Sin embargo el conjunto de aventuras, de intrigas como siempre nos tiene acostumbrados y reales sorpresas por doquier hace del relato demasiado interesante como para no poder terminarlo ávidamente. En especial me llamó la atención de esta obra la cantidad de personajes que acompañan al Conde de Montecristo, de los cuales puedo decir fácilmente se podrían hacer novelas de cada uno de ellos. Eugenia es un personaje muy intrigante para la época, Valentina y su gran amor definitivamente una pareja muy especial de recordar, el viejo bonapartista tan pragmático como tenaz, Luigi el bandolero, y muchos otros más que llevan la novela a su propio ritmo. Definitivamente romántico por donde lo mires: los sueños, apariciones, las relaciones amorosas, los ideales, la misma virtud. Creo que Dumas puede transmitir mucho más que otros románticos digamos más "serios". La amistad, traición, corrupción y un fin de temas son abordados en este libro como menciono no de manera tan profunda pero sí muy intensa, tanto que emociona.En cuanto a lo que no me gustó tanto, definitivamente por momentos el libro alarga algunas acciones para mí más de la cuenta y como siempre el lenguaje muchas veces similar de todos los personajes no le dan el realismo ni el estilo necesario.A pesar de todo me sigue gustando más "La reina Margot" pero definitivamente "El Conde de Montecristo" es una base para muchas otras novelas por lo menos en argumento como "Cumbres borrascosas" y "Jane Eyre", por supuesto por el desarrollo o arquetipo de algunos personajes.
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