El conde de Montecristo

El conde de Montecristo era uno de esos pendientes que aun imaginando que me iba a gustar mucho, siempre posponía por su extensión. Uno de los grandes clásicos de la literatura, que después de terminarlo no me extraña en absoluto que lo sea.

La novela arranca tremendamente adictiva, y puedo decir que es uno de los mejores inicios de historia que he leído nunca. El joven Edmond Dantès es hecho prisionero por una traición de sus allegados y es trasladado a una isla, al castillo de If. Pero bueno, todo esto ya lo sabréis la mayoría o todos por la fama de esta novela, así que vamos al grano.

Unas 1.300 páginas en esta edición que se me han pasado volando, llenas de acción, aventuras, traiciones, personajes inolvidables y un ritmo envidiable, que encima prácticamente no decae en toda la trama. No es fácil esto último, ya que hay diferentes tramas con sus posteriores subtramas, que en la mayoría de novelas alguna termina siendo flojilla o de relleno, pero en este caso no ha habido ninguna así y todas me han convencido totalmente.

Los personajes, como decía, son maravillosos, desde su protagonista con esas mil capas que esconde hasta los malos malísimos que te sacan de tus casillas y esos secundarios que parece que no aportan mucho pero que sí lo hacen, a su manera. Como recomendación, yo iría apuntando detalles de cada personaje/familia porque quizás puede ser un lío si la lectura os lleva mucho tiempo.

Una de las mejores historias que he leído, con una trama excelente, perfectamente escrito y/o traducido, que se convierte sin duda en uno de mis libros favoritos de la vida. Enorme Dumas, enorme Edmond Dantès. MARAVILLOSA.

Lo he leído en esta preciosidad de edición de @alianzaeditorial en dos tomos que editaron el año pasado y que me parece una auténtica maravilla a la que solo le puedo poner, como pero personal, el que tenga las notas al pie al final de cada libro.