Sira

Érase una vez un libro rubricado por María Dueñas (Puertollano, Ciudad Real, 1964) escritora con un doctorado en Filología Inglesa. Después de dos décadas dedicadas a la vida académica, incursionó en el mundo de la literatura en 2009 con su obra "El tiempo entre costuras". Esta novela se convirtió en un fenómeno editorial, y su adaptación televisiva por Antena 3 recibió numerosos premios y alcanzó un éxito espectacular de audiencia. Las creaciones literarias posteriores de Dueñas, como "Misión Olvido" (2012), "La Templanza" (2015) y "Las hijas del Capitán" (2018), continuaron cautivando tanto a lectores como a críticos. Con traducciones a más de treinta y cinco idiomas y millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, María Dueñas ha consolidado su posición como una de las autoras más apreciadas en España y América Latina. "Sira" representa su quinta novela.

Érase una vez un libro que es la secuela de la primera novela de la autora y, aunque su lectura puede funcionar de manera independiente, te recomiendo que lo abordes habiéndote leído primero “El tiempo entre costuras” porque, además de establecer el contexto en el que gira la trama, te proporcionará una comprensión esencial del mundo narrativo para comprender mejor las motivaciones y el posterior desarrollo de los personajes y la continuidad de la historia, además de asegurarte el no perder referencias, conexiones y algún que otro giro argumental para disfrutarlo mucho más.

Érase una vez un libro que nos traslada a las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, marco en el que nos reencontramos con Sira Bonnard, antes Sira Quiroga, cuando los ecos de la destrucción aún resuenan en las ciudades heridas. Tras haber concluido su papel como confidente de los servicios secretos británicos, espera un futuro tranquilo junto a Marcus, con quien se ha casado recientemente y espera su primer hijo. Sin embargo, el destino tiene otros planes para ella y comenzará entonces un periplo, narrado en primera persona, en el que Sira nos llevará a recorrer Jerusalén, Londres, Madrid y Tánger. En cada escenario se enfrentará a desafíos y reencuentros, se sumergirá en intrigas y se verá envuelta en hechos históricos que marcarán una época y demostrará una vez más su garra y determinación al afrontar desgarros personales y cometidos arriesgados.

Érase una vez un libro en el que los escenarios guardan una estrecha relación con la trama y la estructura de la obra, que está dividida en cuatro partes que se desarrollan en cuatro enclaves diferentes: Palestina, Inglaterra, España y Marruecos, convertidos en lienzos de las experiencias afrontadas por Sira y pintados cada uno de ellos con los matices de su dolor y esperanza.

- Jerusalén, con sus callejones impregnados de historia y cicatrices de conflictos pasados, es el primer escenario, donde Sira y Marcus trasladaron tras su reciente boda. Se alojaron en el King David, un hotel de lujo en el que se ubica la sede de la Comandancia Militar del Mandato Británico de Palestina y de la División de Investigación Criminal de los británicos. Sin embargo, el destino, siempre traicionero da un giro dramático tras el atentado perpetrado por el Irgun Zevai Leumi en el King David, donde murieron noventa y dos personas, que la obliga a reinventarse y tomar las riendas de su vida con el alma herida y una ferocidad inesperada que nos hará olvidarnos de aquella costurera que una vez nos deslumbró entre patrones y mensajes clandestinos para mostrarnos a una mujer que, aunque mantiene su atractivo, se ha forjado en el dolor y la experiencia.

- Londres será su siguiente destino, donde convivirá con su suegra en la casa familiar de los Bonnard. Es obvio que no mantienen una relación envidiable, pero esto servirá como telón de fondo para que la protagonista esboce una severa crítica hacia las familias de la alta sociedad inglesa, cuya conducta, incluso en su decadencia, persisten en un comportamiento afectado, como si la autenticidad fuera un lujo prescindible en un mundo que, más que nunca, demanda verdad y coherencia. No obstante, lo más importante de lo narrado de ese momento es el modo en el que Sira nos ofrece una crónica que se erige como un testimonio solemne de las condiciones de vida en la postguerra y del estoicismo y patriotismo que caracterizan la gradual reconstrucción de la nación por parte de sus súbditos. Cada palabra, como un grave acorde en la penumbra, se enfoca en la relevancia político-social que tanto la radio como la prensa adquieren como herramientas y armas, forjando adhesiones a ideas, opiniones y regímenes. También veremos un velado homenaje a los ciudadanos españoles que, por sus convicciones políticas, se vieron obligados a un exilio forzado, transformados en voceros que buscaban ganar la simpatía del mundo latinoamericano para la causa inglesa a través de la BBC.

- Madrid será el lugar al que Sira regrese como colaboradora de los servicios secretos o de inteligencia, aunque ejerciendo de periodista para cubrir la visita de Eva Perón a España, que continuará por Sevilla, Granada o Barcelona. Esta situación destacará la dualidad de la vida en este país, al descubrirnos la terca dicotomía entre la opulencia de las clases altas y los líderes del régimen que contrasta con la realidad de una España pobre y luchadora que solo piensa en sobrevivir. La llegada de Eva Duarte revela los intentos del gobierno franquista por influir en la opinión pública mundial. A través de la protagonista, se rinde homenaje a la profesión periodística, destacando el papel vital de los reporteros por mantener a la población bien informada, arriesgando mucho para lograrlo. En los últimos días de la visita de la primera dama argentina en España, surge la posibilidad de una crisis internacional provocada por su hermano, dado su extravagante estilo de vida. Además, resulta conmovedor ver que casi todo el relato está impregnado de constantes retrospecciones hacia la primera novela, como destellos intermitentes que nos devuelven al pasado, para descubrirnos que la confianza en determinadas personas puede ser eterna, más allá del tiempo y la distancia, sobre todo cuando se encuentre con viejos conocidos decididos a despedazar su existencia, utilizando tácticas de chantaje y violencia.

- Tánger y, en menor medida Tetuán (donde nos sumergiremos nuevamente en el corazón del ensanche español y recorreremos la calle que albergaba la antigua pensión de Candelaria), lugares en los que sumergirse por la riqueza que emana de la diversidad y la tolerancia, fusionada con la armoniosa convivencia de su población, servirán para tejer un hilo de continuidad con la primera novela. Conoceremos de primera mano el palacio Sidi Hosni, propiedad de la rica Barbara Hutton y acudiremos a la gala de la Asociación Internacional de la Prensa en el Emsallah Garden, para descubrir cómo le puede cambiar de nuevo la vida a Sira, a pesar de que en este marco de luminosidad inigualable, la venganza y la animosidad también encuentran su espacio, claro que si hay algo que esta novela nos revela, es que los amigos siempre están presentes para auxiliar en los momentos más difíciles. Y no solo ellos, sino aquellos que, siendo simples conocidos con los que alguna vez nos conducimos benevolentemente, pueden dar la talla y brindarnos su ayuda en circunstancias excepcionales.

Érase una vez un libro en el que los personajes, más allá del carisma de la protagonista, están perfectamente definidos. Es verdad que hay muchos históricos que resulta de lo más atractivo ver en determinadas circunstancias, pero son los ficticios, sobre todo aquellos que vienen de la primera entrega, los que consiguen arañarte el corazón, como el inigualable Félix Aranda, su vecino en Tetuán; la descarada Candelaria, alias “la Matutera”, su antigua patrona o el comisario Claudio Vázquez. En otro orden, destacaría a Gonzalo Alvarado, padre de la protagonista; Ramiro Arribas, el prenda al que creíamos perdido en Marruecos, pero que aparece en Madrid, con otro nombre (Román Altares) pero misma calaña; Ignacio Montes, su primer novio, convertido en funcionario del Ministerio de Gobiernación y otros muchos, a los que dejo en el tintero para no hacer la lista interminable.

En definitiva, érase una vez un libro tan ameno como agradable, tan cautivador como placentero, donde la intriga se erige como una carta fundamental. Un libro que se despliega como un fascinante caleidoscopio de emociones en el vasto lienzo de un mundo que ansía renacer. María Dueñas demuestra, una vez más, su maestría en la escritura con un estilo impecable, entrelazando personajes ficticios magistralmente delineados con figuras históricas de relevancia. Las descripciones, tan detalladas como exquisitas, pintan los escenarios donde se desarrolla la trama, sumergiendo al lector en una experiencia visual vívida. Además, la autora hábilmente entrelaza los contextos políticos y sociales, añadiendo capas de complejidad y profundidad a la narrativa. En conjunto, este libro se erige como un testimonio vibrante del talento literario de María Dueñas y una experiencia de lectura enriquecedora que transporta a los lectores a través de emociones y épocas.
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