InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Celia_0504


Celia_0504
25 October 2021
Crimen y Castigo” es una de esas novelas de las que todo el mundo ha oído hablar por el puesto tan destacado que ocupa entre las joyas de la literatura universal. de ahí que siempre aparezca en alguna de esas listas de libros a leer antes de morir (y que yo, personalmente, odio a más no poder, pero eso ya es otra historia que aquí no interesa). Por ello, siempre he tenido cierto sentimiento de culpa por no haberme animado a leerla durante muchos años. En mi defensa diré que he tratado de empezarla al menos tres veces, pero en ninguna de estas ocasiones he pasado de las diez páginas. A esto hay que unir otra cuestión que me animo a intentarlo de nuevo con ella, y es que el año pasado me hice la promesa de leer más clásicos de la literatura rusa después de que me hubiera encantado esa maravilla que es el “Eugenio Oneguin” de Pushkin. Esperemos que en lo que queda de año pueda cumplir, en parte, este objetivo.

Centrándonos en lo que nos interesa, “Crimen y Castigo” nos cuenta las consecuencias que tiene el asesinato de una vieja usurera y su hermana (este último casual) por parte del protagonista de la historia, Rodión Románovich Raskólnikov. Rodia es un estudiante empobrecido, que vive de lo que pueden proporcionarle la exigua renta de su madre y el trabajo de su hermana. Tiene la teoría de que la humanidad se divide en dos tipos de personajes: La masa o los “piojos” de la sociedad (entre los que he estaría la usurera, por sangrar económicamente a los más necesitados), y los sujetos que están por encima de ellos, los cuales tienen el derecho de cometer cualquier crimen si éste puede ayudarles a lograr que el conjunto de la humanidad avance. Un exiguo grupo al que él considera que pertenece, lo que le hace llegar a compararse con Napoleón, tal es la seguridad que tiene de que es un ser extraordinario. Un convencimiento que le hace estar enfadado con la sociedad por considerar que no le otorga el puesto que él cree que realmente se merece dentro de ella por sus méritos. El título de la novela hace referencia al castigo mental y psicológico que él ira desarrollando y padeciendo a lo largo de la misma.

Hay que reconocer que es una novela difícil de leer y exigente para el lector, por muchas circunstancias. Tengo que reconocer que a mí me ha sido imposible leer más de ochenta páginas cada uno de los días que me ha durado la lectura. En primer lugar por el estilo narrativo de Dostoyevski, tan denso y complejo, centrado más en lo que es la personalidad y las motivaciones de sus personajes que en la trama propiamente dicha. Eso no quiere decir que ningún momento se descuide el argumento, ni mucho menos. Simplemente quiere decir que psicología y filosofía son las palabras que mejor definen esta obra (y las que más van a aparecer en esta reseña, ya os lo advierto). La trama no es más que una excusa para que el autor trate diversos temas filosóficos, morales y sociales; otorgándosele a la historia un matiz de ensayo o tratado sobre la humanidad que vira sobre una cuestión principal: el derecho del ser humano a matar y las consecuencias que este crimen tiene sobre su perpetrador. Todo esto hace que la narrativa sea compleja y laberíntica, llena de vericuetos y situaciones complejas y de gran carga moral.

Esto se traduce en personajes sumamente complejos y llenos de claroscuros, a los cuales Dostoyevski desmenuza en todas sus vertientes a lo largo de las páginas que escribió y convierte en tesis vivientes en papel y tinta. Cada uno de ellos es digno de un estudio psicológico pormenorizado, llevándose la palma el protagonista. Rodia es un hombre arisco, impulsivo, cinico, misántropo y que vive lleno de rabia contra la sociedad y contra sus circunstancias. Es un personaje sumamente complejo. Es muy difícil que caiga bien, pero eso es lo bueno de que estemos ante un escritor tan magnífico como Dostoyevski. Logra que al leer puedas entender su psique y porque actúa como lo hace, a la par que ves nítidamente y con todo lujo de detalles la odisea psicológica que padece a lo largo del libro, antes y después de cometer el crimen, con todo tipo de vaivenes morales y sus cambios de humor, actuación y opinión al calor de los remordimientos y el miedo a ser descubierto. Es muy interesante, ademas, ver como la forma de pensar y ver la vida de Raskólnikov se contrapone con las de otros personajes de la obra. Su ateísmo y sus ideas con sabor a darwiniano social se contraponen a la visión fría y científica de la personalidad humana que representa el juez Porfiry Petrovich; el cinismo y egoísmo del oscuro Svidrigáilov; o la visión más centrada en lo religioso y lo positivo de la sacrificada Sonia , quizás el personajes más luminoso de toda la obra.

Las ideas sobre qué es el bien y el mal sazonadas con alusiones a la biblia son también muy importantes dentro de la trama y el desarrollo de varios de los personajes. Esta cuestión creo que florece especialmente con el final de la obra, el cual me ha sorprendido. Después de todo lo leído no me esperaba un final en el que se potencia se tanto la idea de la redención y del sacrificio, lo que le da un tinte esperanzador que no me esperaba, pues preveía algo más oscuro y drámatico, para que mentir. El desenlace tiene un poderoso matiz humanista y cristiano que choca con la carga existencialista y atea en la que entronca fuertemente toda la novela durante su mayor parte, y por el carácter y creencias del protagonista. Pero es el final obvio para la historia, en el sentido de que Dostoyevski, poco a poco, va guiando la novela hacia el mismo, de corte, me atrevería a arriesgarme a decir, profundamente deista. Puede que después de todo lo leido la moraleja final resulte para algunos demasiado simple, pero es que al final la humanidad es eso, de ahí que este desenlace resulte de lo más acertado y consecuente con todo lo que es la obra en general. Otra cosa es que me haya gustado como se haya llevado este final, como menciono más adelante.

Otra de las cuestiones que hace muy densa esta lectura es que son muchas las situaciones durísimas a las que se enfrenta el lector durante la misma (a nivel personal…como he sufrido con el personaje de Katerina Ivanova…). Es una novela de pobreza y miseria humana, económica, social y hasta emocional; de alcohol, sangre , pobreza, lujuria, avaricia y prostitución. Muestra la cara oscura del genero humano, y las diferencias sociales y humanas en la convulsa sociedad rusa pre-revolucionaria del siglo XIX. En este sentido, recomiendo encarecidamente a cualquiera que se anime con esta novela a que use alguna edición en la que haya notas a pie de página o un prólogo donde se explique la biografía del autor y se desgranen las cuestiones de todo tipo que más influyeron en él a la hora de escribir. Todo esto es muy importante para entender la historia y lo que se lee, es muy interesante ver como todo ello influyó en él y en su trabajo.

También se me ha hecho un poco pesada la lectura por su propia estructura. En la edición que he manejado, antigua, del Círculo de Lectores, las seis partes en las que se divide la novela no están subdivididas en capítulos, como si he visto que pasa en otras ediciones más modernas. No sé si esto es así en el original, o estas divisiones son cosa de editores modernos. Pero hay que reconocer que leer las seis partes y el epílogo de corrido, sin apenas separaciones entre lo que pasa en la narrativa, o de párrafo en párrafo, dificulta bastante la lectura.

Si, “Crimen y Castigo” es una lectura muy densa, no apta para todos los públicos. de ahí que yo haya sido la primera sorprendida de lo mucho que me ha gustado. En serio. Dostoyevski me ha parecido un narrador complejo y cansado de leer en ocasiones, pero genial a su manera y que me ha dado grandes momentos durante la lectura. Tiene muchos puntos como hacedor de narrativa que me han parecido muy interesantes. Entre ellos destaco, por si no ha quedado claro en todo lo escrito previamente, la forma magistral con que crea la atmósfera psicológica de su trabajo, alma y esencia del mismo. Es una atmósfera que puede resultar a veces muy opresiva por todo lo mencionado atrás, pero eso es también parte de su grandeza, demostrando lo perfectamente conseguida que está. También me ha gustado mucho su uso magistral del dialogo interno, como guía al lector para mostrarle el desarrollo mental de Raskólnikov y la evolución que tiene en su comportamiento y forma de pensar, todo muy a lo Stendhal, y soberbiamente llevado.

Otra de las cuestiones narrativas que más interesantes me has parecido son los diálogos. Y es que los diálogos son trama y la trama se dialoga en Dostoyevski de una manera magistral y tan bien hecha que hacia que fuera una maravilla y una gozada leer. Hay diálogos increíbles, en los que el lector se sumerge totalmente, llenos de movimiento y de vaivenes, en los que, mientras se lee, uno siente todo lo que padecen los personajes mientras hablan y escuchan. Un ejemplo son los que tienen como participantes de Rodia y al juez, increíble todo lo que pasa en ellos a nivel de acción y psicología. Como he dicho antes, esto es solo un ejemplo (que quizás pongo porque son los que más me han llamado la atención).Pero, realmente ninguno de todos los que encontramos a lo largo del libro tiene desperdicio.

Para mi la lectura se puede diferenciar en dos partes bastante claras. La primera mitad, que sirve como toma de contacto para el argumento, los personajes, las cuestiones humanas a tratar, y el estilo del autor. Dostoyevski no da las cosas rápida y fácilmente, el lector debe ir descubriendo todo esto poco a poco, a medida que va avanzando en la lectura. En esa primera parte, en concreto, me ha parecido que el autor ruso va una y otra vez a las mismas cuestiones embrollandose todo el rato en lo mismo. Aquí la trama avanza a trompicones pero sin acabar de despegar del todo, siendo la lectura especialmente lenta. Es la parte con mayor carga de ideas, y quizás por eso se me hizo muy cuesta arriba de leer.

Es en la segunda mitad cuando todo empieza a despegar. En ese punto uno no sabe como se justifican las páginas que le quedan por leer, la trama parece que ya no puede dar más de si. Pero Dostoyevski le tiene preparado al lector un par de giros de guión amenizados con el mayor peso que otorga a ciertos personajes y los actos que realizan. Todo ello sirve de revulsivo para lo que queda de libro, la acción se une a la carga psicológica, con la que ahora el lector ya esta familiarizado, por lo que la entiende mejor y disfruta viendo como va desarrollándose ante él o ella. Y es que, ciertamente, estos giros dan más vidilla a la trama.

Pero, al mismo tiempo, le encuentro un grandísimo pero a “Crimen y Castigo”, el único en toda la obra, pero que choca fuertemente con todo lo positivo que he hallado en ella en su mayor parte. Lo que se cuenta en las últimas páginas me parece muy precipitado. Demasiado. Precipitado y sin mucho sentido o explicación me resulta el final que se le da al arco del personaje de Svidrigáilov. Se me ha quedado en nada, después de todo lo que se armo entorno a este carácter. Y precipitada la forma en que se cierra la novela en el epilogo y se le da el punto final al viaje emocional de su protagonista, y más teniendo en cuenta como se ha incidido en este aspecto psicológico a lo largo y ancho de la obra. Me parece que estas últimas páginas desmerece mucho de todo lo que se había leído previamente. Sobre todo por la impresión que me ha dejado de que todo se ha alargado en demasía para luego cerrarse tan de sopetón. Sinceramente cerré el libro con una sensación que no sé cómo explicar, ya que me he quedado con la impresión de que todo resulta un poco forzado.

Creo que, en muchas ocasiones, hay libros que tienen su momento en la vida de cada lector. En mi caso creo qué la lectura total de “Crimen y Castigo” ha llegado en el momento justo y correcto de mi vida, cuando he podido apreciar eficazmente toda su grandeza como clásico de la literatura y lo bien escrito que está. Y además disfrutando de ello. Me ha quedado muy claro el porque de su fama a lo largo de los años y de su influencia en obras y artistas posteriores a su publicación. Es una novela que, sin duda alguna, debería leerse alguna vez en la vida, y me alegro mucho de que me haya gustado tanto como lo ha hecho. de ahí que hasta sea que capaz de tragarme sin mucho trauma o angustia el aspecto que más me ha descolocado y disgustado de esta lectura.
Comentar  Me gusta         00



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro