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Preparemos los pañuelos porque este libro es el dramón del año. Cuando no crees que te pueda dar más pena las hermanastras, pasas un capítulo y se te caen mas lágrimas que cuando se hundió el Titanic. Siempre me gustó la historia de la Cenicienta, pero pierde interés al lado de esta brillante historia de las hermanastras lideradas por una madre tirana. Cuando Isabelle o Taby tenían una pequeña alegría y tú lloras de felicidad...venían hojas y hojas de más desdichas. Pero esto no es malo, es buenísimo. Me ha tenido en vilo, con una imperiosa necesidad de pasar páginas para ver si el curtido corazón de la hermanastra fea de Isabelle podía resurgir de sus cenizas. Un dramón con un gran comienzo y un perfecto final. Para mí, sin duda, uno de los mejores retellings que he leído hasta la fecha. No se defiende a las mujeres tontas buscando príncipe, aquí las mujeres son guerreras, estudiosas...luchan por un papel en un mundo plagado de hombres que las controlan y madres estrictas que deciden por ellas. No tienen voz, no tienen decisión y aunque son feas y por ello son rechazadas por la sociedad, lucharán por encontrar su camino. Os lo traigo para el #retolagrutadellector que en enero tocaba un libro regalado. |
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