Hermanastra

Los monstruos viven en la oscuridad. Las rosas mueren en la nieve. Las niñas se pierden en los caminos del bosque

No tengo miedo de un ejército de leones dirigidos por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león.

A menudo son las cosas pequeñas las que más duelen: una mirada fría, una palabra cortante, unas risas que se interrumpen cuando entras en la habitación…

Los fantasmas no son los muertos que regresan de la tumba para atormentar a los vivos; los fantasmas ya están aquí. Viven dentro de nosotros, se lamentan entre las cenizas de nuestras penas, se quedan atrapados en el espeso lodo de nuestros remordimientos.

Creo que todos cometemos errores. Lo que importa es impedir que nuestros errores nos definan.

-Eso es lo que hacemos con nuestro dolor: lo convertimos en algo bello.

Sabed que es peligroso desviarse del camino.
Pero más peligroso es no hacerlo.

-El cambio es un beso en la oscuridad. Una rosa en la nieve. Un camino del bosque en una noche ventosa.

Existe la magia en este mundo tan triste y difícil. Una magia más fuerte que el destino, más fuerte que la casualidad. Y aparece en los lugares más insospechados. […] Es la magia de una criatura frágil y falible, una capaz de las crueldades más inenarrables y de la amabilidad más inmensa. Vive dentro de todos los seres humanos, dispuesta a redimirnos. A transformarnos. A salvarnos. Si encontramos el valor para escucharla. Es la magia del corazón humano.

Los fantasmas no son los muertos que regresan de la tumba para atormentar a los vivos; los fantasmas ya están aquí. Viven dentro de nosotros, se lamentan entre las cenizas de nuestras penas, se quedan atrapados en el espeso lodo de nuestros remordimientos.