La chica que se llevaron

Una historia contada sin ningún tipo de desperdicio. Adictivo con un ritmo cambiante que hace que te explote la cabeza a partir de la segunda mitad.

Dos chicas con historias totalmente diferentes desaparecen de la misma fiesta:

Megan perfecta, de sobresaliente, conocida por sus acciones en la Comunidad y su brillante
historial académico, sensible y apaciguadora. Si visteis hace tiempo la serie de héroes me la
imaginaba con Claire la animadora “el prototipo americano de las pelis de instituto, aunque
menos altiva que como suelen ser éstas”. Hija de policía que sólo busca hacer el bien.

Nicole complicada, desafiante, le encanta retar y llamar la atención, pero no por sus buenas
acciones. No ha tenido una vida especialmente difícil, pero representa el prototipo de adolescente
en plena búsqueda de su yo.

Además de sus diferencias en personalidad ambas desapariciones son también diferentes ya que Megan se escapa tras 15 días de cautiverio mientras que Nicole un año después continúa desaparecida.

Megan aprovecha su historia para escribir un best-seller, se convierte en la novia de América, aunque no todo es tan bonito como se muestra en los medios ya que ella continúa intentando superar su experiencia a través de sesiones de hipnosis con su psiquiatra.

Mientras tanto Livia la hermana de Nicole comienza sus prácticas como forense, siempre esperando encontrarse a Nicole en la mesa. A raíz de un caso comienza una desaforada búsqueda de qué pasó en realidad con su hermana.

El libro está contado de una manera fantástica, no aburre en ningún momento y las descripciones están hechas con tal nivel de detalle que por momentos te conviertes en forense, pero tranquil@s todo contado con mucha profesionalidad, no me ha parecido nada escabroso.
Si duda muy recomendable