Sobre Grace

Cuando leí la sinopsis de Sobre Grace decidí que tenía que conseguir esta novela, porque parecía tener todos los ingredientes para gustarme mucho. Aunque ya tenía La luz que no puedes ver en casa, pospuse su lectura para empezar por orden con el primer libro de Anthony Doerr. Sin embargo, llegué a arrepentirme antes de empezarlo porque las reseñas que leía en numerosos blogs no eran nada positivas, y lo que veía me hacía pensar que me iba a encontrar una obra un tanto tediosa.

Pues bien, afortunadamente para mí fue una lectura muy positiva. Como suele decirse, sobre gustos no hay nada escrito y a mí el libro no se me hizo pesado en ningún momento. Lo primero que he de destacar es la prosa de Anthony Doerr. Su forma de escribir es muy poética sin caer nunca en lo pedante, y combina en las dosis adecuadas acción y descripciones. No es una historia trepidante, no ocurren grandes cosas en poco tiempo, pero todo va fluyendo poco a poco, al igual que esas corrientes de agua que el protagonista, David Winkler, tan bien conoce, y el autor nos lleva sin prisa pero sin pausa por una historia, cuanto menos, singular.

A pesar de que la sinopsis de Sobre Grace se centra en los sueños premonitorios de David Winkler creo que la historia en realidad no se sustenta sobre ellos. Sí que es verdad que por uno de estos sueños David abandona a su familia dándole a su vida un giro que tardará muchísimo tiempo en corregir. Pero lo importante de Sobre Grace es cómo David va sobreviviendo, cómo toma decisiones que, en muchos casos, podemos no compartir, pero que seguimos con el alma en vilo para saber si conseguirá redimirse algún día de una acción que seguro que consideramos errada.


Anthony Doerr
La naturaleza juega un papel muy importante en este libro, sobre todo para Winkler y para Naaliyah, a quien David conoce de niña en San Vicente tras abandonar a su familia. David es hidrólogo y un apasionado de los copos de nieve: puede pasarse horas estudiándolos, dibujándolos y viéndolos caer. Naaliyah es una estudiosa de los insectos, capaz de pasarse un invierno entero en el Yukón para investigar los efectos del frío glacial en muchas especies de estos seres vivos. Tanto los copos de nieve como los insectos son también protagonistas de esta novela, y Anthony Doerr nos regala preciosas descripciones sobre ellos.

Diría que el libro tiene tres partes bien diferenciadas: la primera antes de que David abandone Alaska y a su familia, la segunda durante la estancia de David en San Vicente, en un ambiente tan distinto del que conocía, y la última la que da pie a la resolución de la historia. Puede que David no sea un personaje con el que podamos empatizar demasiado, puede que no entendamos muchos de sus actos, pero su historia a través de los años es conmovedora. David es una persona extraña e inadaptada, pero en mi caso consiguió que le cogiera cariño y que deseara que su periplo vital terminase, al menos, de la forma más positiva posible.

Parece que Sobre Grace no es un libro adecuado para todo tipo de lectores, es de esas historias que o amas o odias. En mi caso, Anthony Doerr me ha conquistado, por lo que me veo en la obligación de recomendar su libro. Intentadlo, por lo menos; las opiniones son muy diversas, pero si llegáis a disfrutarlo como yo, habrá merecido totalmente la pena.
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