Si te ha gustado La ladrona de libros, este libro es para ti. Puede que la parte central del asedio se extienda demasiado, pero eso mismo contribuye a aumentar la tensión y la emoción del final. El libro narra las historias de Werner, un huérfano alemán de altas capacidades al que le gustan las radios; y Marie-Laure, una chica francesa que se queda ciega y es cuidada por su padre. Ambos desde un primer momento son niños con una infancia más o menos rota porque han perdido elementos fundamentales para poder crecer felices. Se alternan los capítulos sobre uno y otro y sus destinos, como es de esperar, se cruzan de forma muy significativa. El espacio se vuelve especialmente importante porque conocemos la ciudad de Saint-Malo sin verla en persona y con los cinco sentidos. Me entraron muchas ganas de ir a Saint-Malo. También me da mucha pena todo lo ocurrido en la guerra y ese sentimiento de culpa que le queda a los alemanes, como un pecado original. Me ha gustado que los dos, el niño alemán y la niña francesa se igualasen como víctimas de la misma situación trágica. Todos los libros de esta temática son desgarradores y este también. Su estilo es el correcto y al final, hay algunas metáforas que me han hecho conmovido hasta hacerme llorar. |