Mi primer contacto con Garry Disher y tengo que reconocer que me ha costado y que, en balance, no ha sido para mí. Una novela que empecé en varias ocasiones y que se me dilató bastante en el tiempo porque no terminaba de engancharme, la pausaba y dejaba en un segundo plano durante semanas. Paul Hirschhausen es destinado a un pequeño pueblo de Australia Meridional como único policía de la localidad, Tiverton. Es un pueblo tranquilo, en el que todos se conocen y apenas hay sobresaltos al margen de problemas cotidianos, como accidentes de coche o pequeños hurtos. Pero en plena navidad, un incidente sangriento perturba la tranquilidad del pequeño pueblo. Leer una novela negra tan pausada se me ha hecho raro muy raro. Hasta la mitad de la historia el autor se recrea en ambientaciones y contextualizaciones de la Australia rural, las relaciones entre los vecinos o las rutinas del protagonista. Esto me ha resultado denso y demasiado descriptivo y me ha hecho perder el interés. No todo es negativo, porque he conocido un poco más el contexto de la Australia más rural y, además, a partir de la segunda mitad, la historia va cogiendo velocidad y tiene giros que me han sorprendido para bien. Pero si soy sincera, la historia no ha terminado de calarme. En cualquier caso, es solo mi opinión, así que si queréis conocer la novela negra desde la perspectiva australiana, sabiendo que es una novela con ritmos pausados, es una buena opción. + Leer más |