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Crítica de Celia_0504


Celia_0504
28 December 2023
Y por fin puedo anunciar con orgullo y satisfacción que he terminado oficialmente uno de los dos retos de lectura que me han acompañado a lo largo de este 2023, el #retopiaspirits de @victorianspiritsblog, gracias al cual he podido leer muchos libros pendientes que tenía en mis estanterías. Como el libro del que se ocupa esta reseña, el cual tenía desde hace muchísimos años y había cogido más de uno y más de dos veces para leerlo, pero por una cosa cosa, al final acababa decantándome por otra lectura. Se trata, probablemente, de una de las obras más populares del genero distópico del siglo pasado, gracias a su adaptación cinematográfica del año 1982, dirigida por Ridley Scott, la cual tendré ocasión de mencionar a lo largo de este texto.

Año 1992. Los desastres climáticos y las guerras han puesto en jaque a una tecnológicamente avanzada humanidad, que en su mayor parte ha tenido que emigrar a Marte. Cada vez hay menos humanos en el destrozado planeta tierra, y entre ellos se encuentra Rick Deckard, un policía cazarrecompensas de segunda que ve la oportunidad de ganar una jugosa recompensa cuando se le encomienda la tarea de retirar de circulación a seis androides rebeldes que han huido de las colonias de Marte. El problema es que estos seis androides son un modelo de características avanzadas, las cuales les permiten camuflarse perfectamente entre los humanos.

Nos encontramos ante un futuro dantesco, con un mundo cubierto de polvo y suciedad, devastado por la guerra y abandonado por sus habitantes en pos de la colonización espacial. Los pocos que quedan en la tierra son, básicamente, los que no tienen suficiente dinero para poder coger una nave rumbo a un planeta mejor o los que no pueden pasar los tests de inteligencia pertinentes por tener algún tipo de problema mental o haber sido afectado por la contaminación artificial. Las dos grandes figuras de esta árida y futurista sociedad son el amigo Buster, el mayor icono cultural de esta sociedad al presentar durante 24 horas en radio y televisión un talk show de humor. En dicho programa se ataca con frecuencia al el mercerismo. Basado en la figura del anciano Wilbur Mercer, el mercerismo Es un movimiento religioso-filosófico que busca que las personas puedan sentir las mismas cosas como uno solo por medio de una caja con atasco, la cual consigue que todos los que la usan conecte unos con otros al introducirse en una suerte de realidad virtual en la cual deben subir una cuesta y recibir pedradas en un ciclo sin fin que busca (y cito textualmente la Wkipedia) “revertir la putrefacción, la decadencia del mundo tumba”. Se trata, pues, de un mundo en absoluta decadencia pese a los avances tecnológicos que han dado a luz a los androides, criaturas artificiales que llevan a cabo los trabajos más duros y desagradables y que en las colonias sirven a las familias de emigrantes terráqueos, y cuyos avances se convertirán en una de las grandes problemáticas de la novela. Un mundo en el que el planeta tierra está destrozado y donde no quedan apenas animales vivos, siendo la posesión de uno de ellos un símbolo de estatus y de posibles, aunque se trate de un mísero gusano. Un mundo repleto de tensión, retos, desconfianza, artificialidad y pobedrumbre social y ambiental.

Para ser sinceros, tengo decir que es una novela que me ha parecido muy irregular y que a una semana de haberla leído no tengo muy claro qué opinión le merece. Me costó mucho entrar en esta lectura, tarde muchos días en poder aterrizar en la propuesta que se ha convertido en el titulo más popular de Philip K. Dick porque no lograba meterme para nada en esta lectura ni en su trama. Y es que la obra de Dick es tremendamente ambiciosa pese a su brevedad (menos de 200 páginas en la edición de Edhasa que he manejado yo) ya que maneja de una forma enrevesada temas muy complejos y espinosos. Además, Philip K. Dick no te dan las cosas fáciles ni masticadas, como te va a presentando de forma muy paulatina, a modo de mí, quizás de pan, toda la información, y es la obligación del lector, estar pendiente de los detalles para poder unir los nudos de información por su cuenta y hacerse una composición de la estructura social y de las problemáticas que se mueven en ese mundo y son grandes protagonistas de la trama. Pero una vez que logre pillar de qué iba la historia y empecé a conocer mejor los conceptos y curiosidades sociales y culturales futurista que la jalonan y a moverme entre los temas que propones, fue cuando empecé a disfrutar realmente de la lectura y cuando esta consiguió atraparme. Creo que es una novela que tiene un principio muy frío, abrupto y árido, y que una vez que se pasa va mejorando lentamente hasta lograr enganchar. La verdad es que el autor no solo crea un mundo muy bien asentado en pocas páginas, con unos condicionantes bélicos, filosóficos y sociales muy bien en conseguidos y que dan muchas capas y profundidad a la historia. Como narrador también hay que reconocerle que es un portento. Logra crear una historia que engancha llena de impasses que sabe salvar muy bien y de giros de guión que hacen avanzar la historia con soltura. Además, consigue poner no pocas veces a sus protagonistas contra las cuerdas de unas maneras de las que solo pueden salir de una forma cuanto menos sorpresiva e impactante y que hasta el final deja con la intriga al lector. Y todos estos ingredientes consiguen que el segundo y tercer cuarto de la novela sean muy entretenidos de leer y consigan hasta enganchar. Sin embargo es en el último cuarto, hacia el final, cuando las cosas se desinflan. Es como si Philip K. Dick no pudiera sostener hasta sus últimos compases toda la estructura que tan brillantemente ha sabido orquestar, como si no supiera mantener su ambiciosa criatura, condenándola irremediablemente a perder gas. Se siente como si en sus últimos coletazos el escritor no supiera resolver bien las papeletas y cerrarlo todo bien, como si su obra se pusiera en su contra. Y por ello trata de capear esas deficiencias cayendo en ciertas técnicas narrativas demasiado simplistas, que pretenden sorprender y jugar con el lector, pero solo logran irritarle por lo predecibles que son y el escaso sentido que tiene. Básicamente, se siente como si Dick hubiera puesto mucho esfuerzo en crear los principios de su mundo futurista y luego no hubiera sabido trabajar bien lo que es la trama de la novela propiamente dicha, creando una novela que en su tramo final se vuelve un tanto simple y mal cerrada.

A todo esto, creo que hay que sumar el gran problema narrativo que he tenido con este libro, el cual conseguía sacarme mucho de la lectura mientras la realizaba: la prosa de Philip K. Dick aunque de indudable calidad, me pareció un tanto arrítmica. En el sentido de que dedicaba mucho tiempo a ciertos temas y situaciones y a explicar el worldbuilding. No me quejo de eso, me parece normal y en un trabajo de estas características y de este genero se agradece. El problema es el ritmo, la forma tan rápida en que se producían ciertos sucesos que son importantes para el argumento y lo hacen avanzar, tan sorpresivamente y sin previo aviso que si no estabas atento a la lectura casi te los perdías. Creo que es por eso que los personajes me han resultado en general muy fríos. Y es una pena, porque soy la primera que reconozco que están muy bien caracterizados y desarrollados y son especialmente interesantes. Especialmente el protagonista de la obra, el cazarrecompensas Rick Deckard. A lo largo de todo el libro Rick se enfrenta a peliagudos dilemas morales que hacen que su arco evolutivo este muy conseguido y que logran poner patas arriba su mediocre mundo de una forma narrativamente brillante. Mención especial para un carácter que me ha conmovido, el de John Isidore , el cual es un especial, una persona que ha perdido facultades mentales por la contaminación ambiental y que por eso no puede ir a las colonias especiales y es despreciado por humanos y androides por igual. John es quizas el único personaje realmente inocente y bondadosa de toda la novela, y está representado con especial solicitud por parte de autor. Una pena que justo al final, como tantas cosas dentro de la historia, termine por quedar muy desdibujado.

Tengo que decir que una de las cosas que más me ha llamado la atención encontrarme es el poco parecido argumental que me he encontrado entre esta novela original y su famosa adaptación cinematográfica. Vi hace ya muchos años la película de “Blade Runner”, y creo que tardado tanto en leerme esta novela, porque quería tenerla lo más desdibujada posible, con el fin de que el libro me sorprendiera mínimamente, ya que me esperaba que ambas historias se parecieran mucho. Pero lo que realmente me ha sorprendido es que aparte de estar ambientadas en la misma sociedad y algunos conceptos y personajes similares, la verdad es que ambas representaciones tienen más bien poco en común. Y tengo que decir, que creo que estamos ante uno de los pocos casos en que el producto que se vio el salas de cine mejora a su obra original. Todo un elogio para un director y unos guionistas que supieron coger lo mejor de la novela y virar la trama en favor de todo lo relacionado con el cambio climático y los avances tecnológicos en detrenimiento de los problemas morales y filosóficos que realmente son el motor de la obra escrita; aderezándolo todo con más cantidad de acción y un poquito de romanticismo. Y todo esto da lugar a una película que quizás no sea tan ambiciosa como en el inicio no era el libro, pero cuyo guión que se centra más en lo que realmente quiere exponer y va más al grano, y por eso triunfa donde el original hace un poco de aguas. Por cierto, me ha sorprendido lo plano e intrascendente que ha sido en la novela el personaje antagonista de Roy Batty en comparación con lo compleja que era su representación en el cine a cargo del actor neerlandés Rutger Hauer. Y , para que mentir, no encontrarme entre estas páginas el famoso discurso de “Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia” que estaba convencida, no sé porque, que tenía su origen en la obra escrita…

¿Significa eso que “Blade Runner¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?” Es un autentico desastre literario? Para nada quiero decir eso ni mucho menos. Simplemente creo que no es una novela perfecta, mientras que su adaptación cinematográfica prácticamente si lo es, y sabe recoger lo mejor del texto de una forma muy amena. La novela parece un presagio nefasto y decadente de hasta que puntos sociales y morales nos van a llevar los avances tecnológicos, los conflictos bélicos y la falta de cuidado hacia los problemas ambientales, contraponiendo de manera cruda y brutal lo artificial y tecnológico contra un mundo natural en peligro de extinción. Y poco a poco esto girara hasta convertirse en una oda hacia lo que es en realidad la humanidad, donde empiezan a difuminarse los limites morales y que es lo que realmente convierte a uno en persona. Para poco a poca hablarnos de que es la realidad, si una idea preconcebida que es ampliamente aceptada por los individuos aunque se asiente en una mentira, o si es aquello que nos afecta directamente de cualquier modo. Esto convierte en una dura prueba el poder distinguir a los androides de los humanos de carne y hueso, la gran dicotomía a la que se enfrenta Rick Deckard. Especialmente porque los primeros, en muchos sentidos, son más perfectos que sus amos humanos al ser más consciente de su humanidad estando corporal y mentalmente están más avanzados en muchos casos aunque su tiempo de vida sea menor. Así pues , todo lo que es real para los humanos acaba por ser una mentira como acaba por verse con el Mercerismo al final de la obra, mientras que los androides están por encima de todas esas nociones que encorsetan a los humanos y que, irónicamente, los definen, como la importancia de los animales en este mundo post apocalíptico, por encima, incluso, que de los propios humanos. Quizás no sean capaces de sentir empatía, el rasgo definitorio de la humanidad por antonomasia, pero tienen metas, sueños y la tenacidad de luchar por ellos. Algo que la gente atrapada en el planeta tierra como Rick ha olvidado trágicamente, abogada irremediablemente a existencias mediocres sin luchar por ellas.

Este juego entre realidad y falsedad cuaja perfectamente en la metáfora que es el final. Rick Deckard Piensa que para ser alguien necesita un animal vivo. Pero al final, como otras tantas cosas en ese día de locos, en el cual tienen lugar los sucesos de la obra su sueño acaba difuminándose en la nada, tan poco importante como lo es la propia existencia de Rick.

No os voy a mentir al reconocer que he tenido que echar mano de la excelente Página de la Wikipedia en español, dedicada a la novela para hacer esta reseña. Pero es que “Blade Runner¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?” me ha parecido una lectura cuanto menos desconcertante. Siento que Philip. K. Dick ha querido manejar un batiburrillo de temas que no ha sabido llevar completamente a buen puerto. O quizás es me haya leído una auténtica obra de arte y no haya sabido verlo ni captar como se merece toda su complejidad y grandeza. Seguramente sea eso. Reconozco que es una gran obra, y puedo ver por qué ha sido tan influyente. Pero sinceramente creo que esa influencia tiene más que ver con la película que con el libro en sí mismo. O al menos esto me parece una primera lectura. Sospecho que dentro de unos años volveré animarme a leerlo, para ver si he madurado lo suficiente para poder entender el libro o si el momento es más propicio para disfrutarlo. O simplemente asumir que este texto no es para mí. Todo puede ser. de cualquier forma, me alegro mucho de haberlo leído ya que era una asignatura pendiente desde hace mucho tiempo. Realmente, aunque quizás no haya sabido hacerle justicia, creo que es una gran novela, con un núcleo emotivo y central muy interesante.
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