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Crítica de Ros


Ros
02 June 2023
La propuesta de hoy, Blade Runner, pura ciencia ficción, pero no tan ficción ahora mismo , sí, en el año 1968, en el que Philip K. Dick, publicó su libro.

Los que vivimos los años sesenta siendo muy jóvenes, hicimos una buena selección de las mejores y más emblemáticas frases del libro, que aprendimos de memoria y que hoy, mas de cuarenta años después, siguen frescas y vibrantes en mi cabeza, desde la que bajan al corazón para deleitarme con ellas y sentirlas como propias.

A modo de entremés anoto tres de ellas, son enigmáticas pero se van resolviendo conforme avanza la lectura de esta gran obra de ciencia ficción, centrada en la existencia tras haber concluido la Guerra Mundial Terminal.

“He visto cosas que vosotros nunca creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán … en el tiempo… como lágrimas en la lluvia.
Es hora de morir”.

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”.

“Es toda una experiencia vivir con miedo, eso es lo que significa ser esclavo”.

La novela señala una línea de ficción en la que un lado será ocupado por lo artificial y en el otro lado, quedará lo que llamaremos natural, los seres humanos.
Los unos y los otros cargarán con el peso de lo que la tecnología tenía preparado para ellos.

El autor nos va describiendo con una solvencia precisa y muy eficaz, en que ha devenido el mundo tras la hecatombe, adjuntando un imaginario terrible.

No, no se percibe como un fin de etapa o de ciclo, sino que se presiente como el fin de lo humano en la tierra, de lo vivo.

Atrás queda la Guerra Mundial Terminal peo siguen y persisten sus devastadoras consecuencias, el polvo radioactivo gris y pesado ha despoblado gran parte de la tierra, no sobrevivirán a este infierno plantas ni animales.

Ahora todo ha quedado coloreado con el color con el que se viste el plomo, chatarra, residuos, escombros, suciedad, revestido todo ello, por un humo graso y pegajoso, emanando de entre las grietas del subsuelo con un poder omnímodo, pues es capaz de contaminar lo vivo.

Los seres humanos que se contaminan son recluidos y prácticamente quedan convertidos en zombis, a los que se nombra como “cabezas de chorlito”

En este mundo distópico los no contagiados no están libres de futuros contagios a pesar de los artilugios para no degenerar genéticamente. Así pues, el miedo, el terror está garantizado..

Las ventanas acristaladas de los edificios y las casas se perciben como ojos negros de mirada perdida, porque no hay luz interior que se filtre por ellas, para llegar a la calle, y decir que ahí hay vida. Todo aúlla para gritar desolación, ruina, final.

Rick Deckard, es un policía, o mejor una especie de policía, o mejor todavía un mercenario, cuyo trabajo consiste en descubrir, denunciar y detener a androides rebeldes.

La caza y eliminación del androide se ha ido complicando, hay un nuevo programa, la nueva y sofisticada clase de androides Nexus-6 son mucho más sofisticados, se parecen extraordinariamente al ser humano, han sido creados con una inteligencia que confunde a sus cazadores, saben usar estrategias de camuflaje.

Los androides han sido fabricados con el objeto único y exclusivo de servir a los humanos que se han ido dispersado por el sistema solar, los androides, estos criados, tienen prohibido su regreso a la tierra. Pero ellos imaginan y sueñan que la tierra es mejor lugar, por eso, cada vez son más los que se arriesgan a hacer el viaje hacia la tierra.

Los androides tienen un deseo íntimo, ser como los humanos son , ahí, en esta situación de emigrantes androides, es donde empieza el trabajo, la tarea profesional de Rick Deckard, este policía, este mercenario, tiene que acabar con ellos. En ese mundo distópico, retirar de la circulación a los androides tiene premio.

Añade el autor una historia de amor a las líneas de esta novela, el amor entre una bellísima, delicada y seductora androide Neus-6 y Rick Deckard, aunque ella estaba destinada a enamorar a los policías, seducirlos como hace con el protagonista, con el fin de utilizarlo, de neutralizarlo, de inutilizarlo para la caza del androide.

En realidad, los androides son grotescos pretendiendo ser humanos y este policía es igualmente grotesco intentando ascender, con el fin de complacer a su insatisfecha mujer, Iran, que necesita promocionarse a una categoría social superior, y una de las formas visibles de este ascenso, es poder comprar un animal que pueda sustituir al animal mecánico, artificial, en este caso concreto, el policía desea permutar su cabra mecánica por un avestruz real.

El autor nos deja escrito y lo hace negro sobre blanco, que son los intereses personales económicos de grupo, de clase o saga los que inician los conflictos bélicos. Luego, al final, la destrucción nos mostrará el ridículo desnudo y grotesco de los intrigantes.

Ningún héroe hará su relato en este libro, un ego cósmico ha terminado con todo, con absolutamente todo lo que fue.

La ciencia ficción, la buena ciencia ficción como esta, constituye una buenísima manera de salir de donde uno está, sabe proponer mundos nuevos, visitas a lugares tapados por la corteza terrestre, por la cúpula celestial o el profundo mar.

Viajes en el tiempo, relojes que nos trasladan hacia delante y hacia detrás en el tiempo y a capricho, exclusivos viajes al centro de la tierra o al fondo del mar.

La ciencia ficción nos puede presentar a seres líquidos, transparentes, extraños en su tamaño , estructura, facciones y morfología.

La ciencia ficción nos da permiso para soñar lo más estrambótico, lo más sobrecogedor, nos regala la irrealidad para que la pensemos como posible.

Ahora mismo, la ciencia, la investigación, la ingeniería y la inteligencia artificial han dado con sus inventos y avances tecnológicos, multitud de apuntes para profundizar en relatos todavía más imposibles.

Y en cuanto a Blade Runner, obra con un marcado carácter filosófico, ético y moral, cuya intención es avisarnos, ponernos en guardia, para que despertemos y evitemos el espanto. antes de que una posible, muy posible, Guerra Mundial Terminal, pueda acontecer.

Busca, Philip K. Dick, llevarnos a conflictos personales con respecto a la posibilidad de catástrofe absoluta, si nosotros, los humanos, nos empeñamos en seguir caminando por la peligrosa maroma del abuso a la tierra y al medio ambiente, que son las fuerzas que constituyen la vida del ser humano.

Blade Ranner una obra de ciencia ficción que estremece, asusta y pregunta. Hoy el mundo y la ciencia anda preocupada, muy preocupada, hoy se están firmando en todo el mundo manifiestos para pensar qué hacer con la inteligencia artificial, pidiendo moratorias antes de que ChatGPT y todas sus continuas ampliaciones, funcionen libremente por el mundo.

Hoy parece que la ciencia ficción ha perdido su categoría como tal, como ficción, hoy parece que la posibilidad de una Guerra Mundial Terminal sea absolutamente posible.

Un mundo futuro con un gran desarrollo tecnológico pero una vida cotidiana bastante sórdida e insegura.

Aunque la película no refleje adecuadamente el libro, francamente se deja ver. Está muy bien.
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