El himen como obstáculo epistemológico

Cada página de este libro me hizo volver al aula del CBC de Paseo Colón en el que conocí a su autora, la Dra Esther Díaz. Fue como si la estuviera escuchando contándome las historias y viéndola gesticular como lo hacía en sus clases teóricas de Introducción al Pensamiento Científico a fines de la década del '90. Un flash...

Tal como la bajada del título dice, son treinta y siete relatos sexuales, que abarcan desde la ternura de una madre amamantando a su bebé ("Mater inmaculata") o de una trans ayudando a un carnicero del conurbano a quien tres chorros no solo le robaron, sino que lo humillaron llamándolo "¡puto de mierda!" ("Tan de repente la incertidumbre") hasta la violencia de una violación en el puente peatonal que cruza la autopista 9 de julio a la altura de la calle Conchabamba en el barrio de Constitución ("Ciudad sin ángeles) El recorrido describe - sí, mucho detalle de cada acción - y narra todo tipo de relaciones sexuales protagonizadas, en su gran mayoría, por mujeres.

¿Por qué digo que leer este libro me llevó a las clases de Esther en el CBC de Paseo Colón? Porque sus clases tenían mucho, muchísimo de sexualidad, no tanto en los temas desarrollados, sino en el modo de contarlos y la puesta en escena que ella hacía de sus clases.

¿Podría decir que este libro es pornográfico? Sí, podría decirlo. Pero tiene la maestria de la escritura de una doctora en Filosofía, por lo que ni siquiera los pasajes más violentos y explícitos se tornan desagradables.