El buen padre

“UN LIBRO QUE PONDRÁ A PRUEBA TU CAPACIDAD PARA LAS IMPRESIONES A PRIMERA VISTA”

Una novela negra tiene que contener ciertos requisitos para que uno hable maravillas de ella: Tiene que enganchar desde el comienzo. La trama no solo esta obligada a parecer interesante, además debe de serlo. Uno tiene que sentirse más perdido que el barco del arroz buscando respuestas a mil incógnitas y sospechas, dudar de todo y de tod@s en una carrera frenética llena de giros argumentales hasta llegar a un final apoteosico de los que dejan con la boca abierta.

Otro requisito que le pedimos a un buen thriller es que tenga un/una protagonista que se coma el escenario, pero sin quitarle protagonismo a la trama.

Se le pueden pedir más cosas a una novela negra, pero ya con lo expuesto y cumpliéndose correctamente ya nos da para recomendar ese libro de por vida como voy a hacer con El buen padre.

Santiago Díaz ya demostró con Talión, su debut literario, que podía ser un escritor a tener muy en cuenta y con esta novela ha confirmado que salvo pifia de última hora, me apunto a todo lo que este buen señor escriba, incluida las etiquetas del champú si le da por redactarlas.

La sinopsis ya de por sí es muy atractiva y unida a una trama genial, ágil y trepidante hacen que sumados a una novela llena de giros es imposible despegarnos de su lectura. Un thriller de los denominados contrarreloj, donde cada pista o dato nuevo nos lleva a que todo se complique aún más y la resolución parece que quede más lejos.

Si aún no os he convencido con mi argumento os pediría que solo por el simple hecho de conocer a la inspectora Indira Ramos, merece la pena leer una novela como esta. Brutal como Santiago ha construido un personaje que nos crea adicción hasta el hecho de que le vamos a pedir más aventuras de Indira.

El buen padre se ha convertido sin lugar a dudas en una de mis mejores novelas de género.negro de este 2021 y lo digo a sabiendas que estamos en Febrero.

Después de leer esta novela os digo que se me han quitado las ganas de juzgar a las personas con la primera impresión. Ahí dejo eso.