En un viaje que hice hace unos años a Roma aproveché para comprarme esta serie de cuatro volúmenes de Peppe, uno de los participantes del reality Terrace House que pusieron en Netflix que me encantaba. Mingo podría ser un homólogo del propio Peppe, puesto que el personaje es un italiano que vive en Japón porque es un otaku, es decir, le encantan el manga y el anime. Como italiano que es se le presupone tener éxito con las mujeres, o eso es por lo menos lo que manifiestan el resto de italianos que pululan a su alrededor y que, además, son todo sapiencia con respecto a lo que les gusta a las japonesas. Sin embargo Mingo es tímido y siempre ha estado más centrado en sus aficiones, por lo que no se ha comido un rosco en su vida. Pero una noche en una discoteca conoce a Mena, una chica que llama su atención porque le habla de la serie de anime que le gusta, pero cuando le cuenta a sus amigos italianos que ha conocido a alguien ellos comienzan el despliegue de “artes” para ligársela, que incluyen por supuesto dejar de ser él mismo para convertirse en un “vero italiano”. Al mismo tiempo, Mingo es captado por un cazatalentos para que haga de modelo, y en su primera sesión se topa con la chica de sus sueños, lo cual no hará más que empeorar la situación porque la ve desnuda y, a partir de ese momento, solo puede imaginarla así. La primera vez que quedan aparecen al improviso todos sus amigos y le impiden tener una cita con ella pero, al mismo tiempo, ayudan a aligerar la tensión existente. A partir de ese momento se convierten en amigos, aunque Mingo quisiera ser algo más. El momento más top llega cuando Mena queda con Mingo para cenar y al llegar se encuentra con que hay otro chico con ella. Los dos empezarán el típico duelo de titanes para ver quién se queda con “el trofeo”, pero Mena les dará calabazas a los dos porque lo que quería era que sus dos mejores amigos se conociesen entre ellos. Si bien el manga ni es de mi estilo ni me convence especialmente por ser el típico rollo “extranjero que quiere ligarse a una japonesa porque es otaku”, sí que me está pareciendo curioso y divertido conocer algunos aspectos de la vida de un italiano en Japón. + Leer más |