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Una de las cosas que más me ha gustado es como está narrada la historia. Que todo se nos explique a través de cartas es algo muy interesante además de dinámico. La trama en si es muy interesante, original, está bien desarrollada y no le sobra ni le falta nada. Es muy fácil de leer ya que en ningún momento se hace pesada, engancha una barbaridad y el tiempo se pasa volando mientras la lees. Tiene un ritmo bastante fluido y natural y, aunque no es que abunde la acción, creo que esto es algo acertado pues es de esas historias en la que lo que importa no es que pasen mil cosas. Otro punto a favor es a quien van dirigidas las cartas. No es solo por el hecho de que sean personas que me gusten (algunas más que otras), es por todo lo que aprendemos de ellas. En las cartas, Laurel no solo nos explica cómo avanza su vida y como se siente, sino que nos cuenta cosas de cada persona, sobre su vida, sus pensamientos, su personalidad…Esto es algo que me ha gustado mucho pues la mayoría de cosas no las sabía y creo que es algo que enriquece sin dudas a la historia. La historia está cargada de sentimientos y es imposible que no te acabe llegando al corazón. La autora logra tocarte el alma y hace aflorar en el lector muchos sentimientos, algunos positivos y otros negativos, pero te hace tenerlos a flor de piel y hace que empatices mucho con Laurel y los demás personajes. Tiene una alta carga de emotividad y de, podríamos decir, sufrimiento y acabas soltando alguna que otra lágrima, al menos en mi caso, al ver la magnitud de algunos de los sentimientos o de algunas de las situaciones. Otro gran punto a favor es la variedad de temas que toca. Nos habla de cómo superar la pérdida de una persona, de cómo enfrentarte a tus miedos, incluso se nos habla de la homosexualidad y esto es algo que agradezco mucho pues dota a la historia de más profundidad e interés. Además, nos hace reflexionar muchas veces sobre todos estos temas, ya sea por cosas que pasan o por algunas de las palabras de Laurel, pero acabas pensando en ellos y, quizás, viendo las cosas de otra forma. Es de esa clase de historias que aun cuando no estás leyéndola, estás pensando en ella. al comienzo das vueltas a que ha podido pasar, a porque Laurel se siente como se siente y al cómo murió May, pero conforme avanzas en la trama vas dejando estas cosas atrás y empiezas a darle vueltas a las reflexiones que te deja la trama y, sobre todo, te quedas pensando en lo que ha vivido Laurel y en como eso ha hecho que ahora sea como es. Tiene su dosis de intriga, por el hecho de querer saber que ha pasado con May, además de que la autora va dejando caer cosas y tu curiosidad crece. Obviamente, se acaba descubriendo todo y, al menos para mí, fue algo totalmente inesperado y que me dejó boquiabierta. Saberlo todo hizo que entendiera muchas de las cosas que habían pasado o porque Laurel a veces se comporta como se comporta e hizo que la historia adquiriera un nuevo sentido y viera todo desde otra perspectiva. Otra cosa que me ha gustado mucho es la presencia de la música. La música es un elemento muy importante a lo largo de la trama y se nombran e incluso aparecen tozos de muchas canciones. Yo, siempre que podía, escuchaba las canciones que se nombraban lo que hizo que conectase más con la trama y me metiera más en ambiente. El amor me ha gustado mucho porque se da de una forma muy natural, fluida y creíble. En ningún momento queda precipitado y está en su justa medida, sin hacerse pesado o empalagoso. La autora ha sabido desarrollarlo bien y, sobre todo, darle la importancia justa y necesaria, haciendo que, en lugar de sobrar, acabe de completar y perfeccionar a la historia. El final me ha gustado mucho, la última carta de Laurel la he leído con una sonrisa constante en la cara, feliz tanto por el contenido como por el hecho de saber que había leído una gran historia. Creo que es el broche ideal para la trama ya que todo queda bien explicado, aunque reconozco que no me importaría leer más sobre los personajes. Los personajes me han parecido que estaban muy bien desarrollados, aunque algunos secundarios me han parecido meramente personajes que la autora usaba cuando los necesitaba y luego se olvidaba de ellos. Pero, en general, me han parecido personajes muy reales y creíbles, con los que es fácil empatizar, en mayor o menor medida. |
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