Cartas de amor a los muertos

Los malos acontecimientos nunca vienen solos, sino que siempre vienen acompañados del angustiante sentimiento de lastima de los demás. La reacción de los otro confirma el lamentable suceso.

Si las puertas de la percepción fueran limpiadas, todo parecería como lo es, infinito. -Laurel citando al poeta Blake.

Sé que es muy difícil entender el gran amor que alguien puede sentir por nosotros, sobre todo cuando tenemos miedo de ser nosotros mismo o cuando ni siquiera sabemos con certeza quiénes somos. Cuesta creer que la otra persona no nos abandonará.

Me di cuenta que un enorme muro se interponía entre el mundo y yo. Podría forjar nuevas amistades pero nunca me conocerán en profundidad porque no les podía hablar de mi pasado. Debía acostumbrarme a mantener una distancia inquebrantable con los demás seres humanos.

-Puedes ser noble, valiente y hermoso y aun así encontrarte a ti mismo cayendo. -Laurel.

-Siento como si me estuviera ahogando en mis recuerdos. Todo está demasiado brillante. -Laurel.

-Es triste cuando todo el mundo sabe quién eres, pero nadie te conoce. -Laurel.

-Pienso que muchas personas quieren ser alguien, pero estamos asustados de pensar que si no lo tratamos, no seremos tan buenos como todos se imaginan que podríamos ser. -Laurel.

-Pero no somos transparentes. Si queremos que alguien nos conozca, tenemos que decirles cosas. -Laurel.

-Aún no sé como hacer que este mundo tenga sentido. Pero tal vez está bien que sea más grande que de a lo que nos podemos aferrar. -Laurel.

Se que he dirigido mis cartas a personas que no tienen domicilio en la Tierra. Comprendo que ya han abandonado esta vida. No obstante puedo escuchar las voces de todos. Hemos estado aquí. Nuestras vidas importan.

Un amigo es aquel que te da la libertad de ser tú mismo, y en especial de sentir o no sentir; que acepta lo que quiera que estés sintiendo en un momento dado. En eso consiste el verdadero amor: en dejar que una persona sea lo que realmente es.

De pronto, lo había comprendido: en eso consiste estar vivo. En nuestro interior se mueven placas invisibles que empiezan a alinearse para formar a la persona en la que vamos a convertirnos.

Envejecemos, pero mi intención es que nunca abandonemos nuestros principios. Que nunca estemos tan viejos como para recordar quiénes somos ahora, juntos.

Es un mito la frase que afirma que el dolor une a las familias, porque a nosotros nos ha separado