Nunca un libro me había gustado tanto. Seré blandita pero a la segunda página ya estaba llorando, y así hasta el final. Esta abuelita me ha robado el corazón, que le voy a hacer. Michka es una anciana muy mona que sufre de afasia y sus confusiones en el habla me recuerdan a mi yaya, cuando nunca le sale la palabra que quiere decir. Es un libro cortito que habla de las veces que no damos las gracias a las personas que la merecen y de como se apaga una vida cuando esta va llegando poco a poco a su final. No tengo palabras. Mi libro favorito desde ya, |