Pocas veces he sentido mayor alegría por llegar al final. Y no porque al final el héroe o heroína consiga sortear todos los males y salir victorioso. Ha sido alegría por dar por acabado un libro caótico y donde los personajes se han movido entre todos los extremos de los sentimientos humanos de una línea para otra sin saber el porqué, sin entender dónde te has perdido en la narración. No lo recomiendo en absoluto y si le he dado dos estrellas y medias es porque no puedo dejar de admirar la capacidad del autor en llenar más de 400 páginas de nada. |