Lena y Karl

Si amas lo retro, la música y los viajes en el tiempo, disfrutarás mucho con este libro. Una historia súper original y muy bien escrita, con historia de amor incluida. Imagina que pudieses pagar e ir al pasado a cualquier concierto de música que quisieras, ¿a qué concierto te hubiese gustado asistir o volver a revivir? Yo lo tengo claro, iría al Live Aid de 1985 a ver a Queen.
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Los libros de ciencia ficción nunca me han atraído para ser sincera, así que comencé este bajo muchos prejuicios. Me alegro de haberlo comenzado, porque lo he terminado disfrutando muchísimo. Esta novela no solo habla de viajes en el tiempo, sino realmente del ser humano y de su afán por tener una vida mejor. ¿Realmente sería bueno poder viajar al pasado para cambiarlo? ¿Y al futuro para tranquilizarse y ver que todo va a ir bien? Mo Daviau nos propone estos interrogantes, y sus personajes nos los resuelven de una manera fantástica, que obviamente no voy a desvelar para no hacer spoilers.

Otro punto a favor del libro es su humor. En un principio hablaba de grupos estadounidenses de los que no conocía la gran mayoría, y no pillaba sus chistes y gracias con ellos. Pero eso solo es en las primeras páginas, luego no es tan denso en detalles de grupos musicales y todo va sobre ruedas. de hecho, el libro parece leerse solo tras los primeros capítulos. Te ríes con algunas partes, pero también te llegan al corazón ciertas frases. La forma de escribir de la autora es muy cercana e informal, y eso le hace un grato favor a la lectura del mismo, haciéndola fresca y divertida, además de acelerarla.

Al final se aprende mucho sobre las teorías sobre los viajes en el tiempo, aunque hoy en día siguen siendo solo eso, teorías. Pero pensándolo bien, las novelas de Julio Verne tenían su parte didáctica y su parte teórica también, ¿no? Quizá en un futuro ésta se vea tan obsoleta como “Viaje a la Luna”, pero mientras entretiene y enseña a la vez.

Por todo esto, recomiendo su lectura, para cualquier momento en el que no se quiera leer nada demasiado profundo, y se quiera disfrutar de una lectura entretenida y amena.

Karl ronda los cuarenta y en sus años más mozos tocó en un grupo de indie rock de culto que ya se ha disuelto. Ahora tiene un pub, en el que pasa sus horas detrás de la barra sirviendo a la más variopinta clientela. Imaginaros el típico rockero, cuarentón, tatuado y venido a menos. Así es Karl...

Su vida se vuelve más interesante cuando descubre que en su armario tiene un agujero de gusano y junto su amigo Wayne, idean un sistema para viajar en el tiempo. al principio lo usan para su ocio pero con el tiempo lo convierten en negocio haciendo que la gente pague por viajar al pasado para ver sus conciertos preferidos.

Un día, Wayne, decide saltarse la única regla que le han puesto al agujero (usarlo para ver conciertos) y le pide a Karl viajar al año 1980 para impedir el asesinato de John Lennon.

Karl introduce en el sistema por error el año 980 en vez de 1980 y manda a Wayne a una Manhattan completamente diferente a la que hoy conocemos.

Karl se pone en contacto con Lena, una astrofísica para que le ayude a traer a Wayne al presente y ahí comienza una historia de amor y viajes en el tiempo bastante peculiar.

Me ha encantado. Lo recomiendo totalmente. No es un libro de ciencia ficción aunque pueda parecerlo. Es un libro de amor, de música y de búsqueda personal, diría yo. Y Lena me ha encantado. Karl también pero Lena más.