Rebeca

No es un libro cortito y la acción llega pasado un poco de la mitad, pero eso no quiere decir que sea aburrido o lento, sucede que la autora te va envolviendo a tal grado que conoces más a Rebeca, la difunta esposa de Maxim que a la nueva señora de Winter. de quien curiosamente jamás conocemos su nombre, nunca lo mencionan. Yo lo asocio a su falta de identidad y hasta la insignificancia que siente de ella misma. Se trata de una mujer muy joven, poco experimentada, algo torpe, con un marido distante. Que de pronto se encuentra siendo la señora de la casa.

La sombra de Rebeca la sobrepasa y la propia mansión de Manderley con sus decoraciones y muebles, el ama de llaves que aún acude a la recámara de Rebeca a limpiarla y ordenarla como si ella aun viviera. Hacen sentir a la nueva señora de Winter, que no es digna de ser la señora de la casa.

Llegaron momentos que sentía pena ajena de la nueva señora de Winter, su inseguridad, torpezas y sobre todo sus fantasías de lo que ella suponía era la vida de su esposo con Rebeca y las expectativas que ella se hacía, me hizo pensar que quizá tendría una enfermedad mental. Básicamente se obsesionaba con Rebeca.

Sin duda, una obra que recomiendo ampliamente. Sus más de 45,000 copias vendidas en su primer mes de publicación en el año de 1938, hicieron que llevaran el libro a la pantalla grande de la mano del director Alfred Hitchcock. La obra ganó el Óscar como mejor película en 1940. Y actualmente existe una nueva adaptación en Netflix.

Algo que quiero comentar, es que este libro es de esos de los que te vuelven cómplice y te pone a pensar ¿de qué lado estás?
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