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Christina Dalscher plasma en papel nuestras peores pesadillas. Las mujeres han perdido derechos y únicamente pueden pronunciar 100 palabras al día sino quieren ser electrocutadas. Bebiendo de "El cuento de la criada", Voz reviste de tanta cotideneidad en los hechos desencadenantes que inquieta. Sirviéndose de la desmovilización y el pasotismo un grupo de defensores de las viejas tradiciones, se hace con el poder. Deciden relegar a las mujeres a ocupar el espacio privado y reducir sus intervenciones en el espacio público a algo anecdòtico siempre en pro del bien común.Con una premisa tan potente siento que se ha quedado a medio gas (dentro del espectáculo que podría haber sido el libro), sus capítulos cortos, lejos de agilizar la lectura, restan profundidad al relato y a los personajes. No he logrado conectar con ninguno (de hecho todos me han caído bastante mal🤣). No obstante la originalidad y la forma de narrar el origen de la situación, me ha puesto los pelos de punta y sólo por eso ya me ha valido la pena su lectura. |
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