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Antes beso a un Hobbit de Carla Crespo; debo reconocer que lo que me impulsó a leerlo, definitivamente fue su título; y es que, que le vamos a ser, en ése aspecto soy igualita a su protagonista... una geek de en cuerpo y alma. Así que me divertí y la envidie en partes iguales, en su travesía por Nueva Zelanda. También debo decir que entendí perfectamente su necesidad de agradar y de mantener una relación que sólo le aportaba inseguridad; uno por la negativa a reconocer de cierta forma el fracaso de la relación, dos por el miedo profundo al cambio y tres por la comodidad que le representa la monotonía. Pero cuando se encuentra sola, a miles de kilómetros de su tierra y sin un céntimo en su bolsillo; todas las razones por las cuales se piensa casar con Beltrán, empiezan a caer como un castillo de naipes. Y aunque en gran parte sea por lo que siente por su salvador... Roberto; también es porque la distancia le ha permitido ver las cosas desde una nueva perspectiva. Elisa va a casarse con Beltrán, éste y la madre de ella, se han apoderado de todas las decisiones acerca de la boda, en realidad, acerca de su vida. Cada sugerencia de su parte para hacer de ése día el más especial para ella, es descartada por descabellada y de mal gusto. Y es que Elisa tiene gustos peculiares, la Guerra de las Galaxias, el mundo de Tolkien, Harry Potter y otros universos literarios; hacen parte de las cosas que le encantaría incluir en su boda. Así que cuando su prometido desaparece unos días para celebrar una misteriosa despedida de soltero; su mejor amiga llega con una propuesta... un viaje a Nueva Zelanda. Pero nada sale como esperaba y emprede el viaje de su vida, al lado de un atractivo, sensual y pecaminoso desconocido. |
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