El poder de las tinieblas

Charlie Parker vuelve a su Maine natal después de los hechos acaecidos en el anterior volumen, Todo lo que muere. Pero Charlie parece que atrae los problemas porque varios sucesos aparentemente inconexos ocurren muy cerca de donde Charlie se encuentra, y cuando se da cuenta ya está inmerso en una vorágine de violencia de la que parece difícil escapar. Hay un sangriento tiroteo entre lo que parecen bandas rivales durante el cobro de un rescate. Y también ocurre un misterioso incidente con una anciana que se escapa de la residencia en medio de la helada noche y que acaba con lo que parece un suicidio a causa de su demencia, pero ella decía que alguien estaba cerca e iba a por ella... Y en realidad sí parece que hay algo, o alguien, que acecha agazapado en la fría oscuridad, y que es el causante de toda esta violencia. Charlie irá atando cabos, siguiendo la pista de un enigma que puede que también acabe amenazando su vida.
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Mi ración de thriller/noir/policiaco para ir intercalando entre naves espaciales, mundos apocalípticos y monstruos de cualquier tipo. Es ficción también, pero la base es el mundo en el que vivimos, con unos especímenes que viven al margen de la ley, criminales y delincuentes de todo tipo que sabemos que existen y que este tipo de novelas nos permiten visualizar, por lo menos ciertos aspectos. Connolly no repara en descripciones crudas y realistas para hacernos llegar de la manera más directa un entorno muy violento donde el débil siempre será carne de cañón de los poderosos sin escrúpulos.
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¿Y Charlie Parker? Pues cada vez más centrado en su nuevo papel de detective privado, y contando con la ayuda de sus colegas Ángel y Louis, cada vez más presentes.. Bonito trío forman, la verdad: ninguno completamente inocente, ninguno intachable, todos con su buena dosis de oscuridad, pero leales y con una ética fuerte aunque atípica. Y el toque ocsuro de la novela, con ese ser que parece salido del más allá y que ha vuelto para rendir cuentas. El escalofrío está asegurado.