Z A Diario

David Coloma García, el autor, con su poesía visual y experimental nos hará recorrer un sinfín de emociones y sensaciones. A la vez que descubriremos cómo canta al amor y al dolor, así como hace una crítica social en sus versos.
En primer lugar, tengo que resaltar el hecho de que una de las características más llamativas del poemario sea su división en dos partes bien diferenciadas. En la primera de ellas, siguiendo el sentido de la lectura en los países occidentales (provenientes del Imperio Romano de Occidente), nos habla sobre el amor y sus complicaciones, mostrando a veces la ilusión que nos provoca enamorarnos, y otras la tristeza y desilusión del desamor, o su desencanto. Algo que le lleva a criticar la sociedad actual por su falta de empatía, en algunas ocasiones hacía las personas que lo pasan mal. Esta falta de empatía que también podemos llamar egoísmo o egocentrismo.
Igualmente, critica a los que están llamados a ejercer el poder y el gobierno en representación de todos, pero que sólo buscan su beneficio, y utilizan palabras vacías, superfluas y huecas para engañar y engatusar a los demás.
La segunda parte del poemario, la cual debemos leer de derecha a izquierda, aunque sigue manteniendo su crítica es especial porque juega con las palabras para formar dibujos que contienen la esencia del poema.
Por otro lado, algo que también llama la atención es la habilidad del autor para componer versos utilizando en cada inicial de palabra la misma letra del alfabeto, yendo desde la A a la Z, y viceversa.
Por último, destacar que contiene unos códigos QR que tanto sirven de prefacio como de epílogo a cada una de las partes del poemario.
Respecto a mi opinión personal, y a pesar de no ser un género que trate o lea mucho, este poemario es casi de imprescindible lectura por su nivel de experimentación y creatividad. Huelga decir que me ha gustado bastante.