InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Claudia


Claudia
22 December 2021
Suzanne Collins nos acerca de nuevo a Panem en una precuela de los Juegos del Hambre, en la que podemos descubrir cuál fue su origen, cómo se celebraron los décimos juegos y la juventud de Coriolanus Snow.

Todo un viaje de aventuras en el que el lector revive una historia que ha acompañado a miles de jóvenes.


¿Qué vamos a encontrar en esta novela? Vamos a conocer al presidente Snow cuando aún era estudiante en la Academia.

A los 18 años, Coriolanos Snow se expone a la opinión pública como mentor de una tributo en los décimos Juegos del Hambre.

Vamos a ver cómo ya Snow era cruel, egocéntrico y preocupado por las apariencias desde su juventud. Cómo se relaciona con sus compañeros y cómo no le importa nada más que verse vencedor.

Llama la atención el hecho de ver unos Juegos del Hambre sin apenas medios, ya que estábamos acostumbrados al despliegue del capitolio en las ediciones de Katniss. Sin embargo, estos juegos aún no se han convertido en el espectáculo que llegarán a ser, y como lectores podremos ver cómo poco a poco llegarán a ser la joya de la corona del Capitolio como muestra de su poder frente a los distritos.

Lo que vamos a encontrar, por tanto, es una distopía en la que los ciudadanos del Capitolio van a ir recuperando el esplendor que la guerra les arrebató y cómo se creen superiores frente a los habitantes de los distritos. Una forma de dictadura en la que los vencidos se verán sometidos al control de los vencedores.

Mensaje de la novela: Hasta qué punto llega el ser humano a perderse en el camino por la supervivencia.

En los Juegos del Hambre, cada tributo debe pelear por su vida, por lo que las normas desaparecen y llegan a comportarse acorde a sus instintos.

¿Pero de verdad desaparece toda la humanidad? Pese a que los miembros del Capitolio así lo crean, los tributos siguen sorprendiendo con sus alianzas o evitando asesinar a otros hasta que no les quede más remedio. Algunos muestran piedad y otros sacan su oscuridad a relucir, aprovechando la excusa.

Por tanto, muestra cómo el verdadero yo aflora en los momentos más extremos y cómo podemos descubrir lo que somos capaces de hacer si se nos lleva al límite.

Las normas evitan el caos, ¿pero todo vale para mantener a raya a la población?

Personajes: Los personajes de la obra están muy bien construidos. Se les ve profundidad y complejidad, además de una clara evolución a lo largo de toda la novela.

El protagonista, Coriolanus Snow, sigue cayéndome igual de mal que lo hacía en Los Juegos del Hambre, En llamas y Sinsajo.

No es un personaje creado para caer bien, aunque a veces se pueda empatizar con él (no todo lo que hace va a ser malo). Pero me ha parecido un personaje fascinante a su manera y es coherente cómo llega a ser el presidente que vimos en la trilogía que precede a esta precuela.

Hay dos personajes aparte de Snow que me han gustado mucho: Lucy Gray Baird (sí, es mi favorita) y Sejanus Plinth.

Comenzaré por Sejanus: Me gusta mucho cómo el joven es fiel a sus principios, aunque no siempre los persiga del modo más adecuado.
He empatizado con él en mil ocasiones y sufrido cada vez que le veía incomprendido.
Se nota su inmadurez, pero no deja de ser un chico que recién ha cumplido la mayoría de edad y se siente perdido.
Para él, su hogar siempre será el distrito 2, por lo que en el Capitolio se siente fuera de lugar, y sus compañeros no ayudan especialmente a que se sienta integrado.
Es un gran personaje y he disfrutado mucho al conocerlo.

Lucy Gray es la tributo del distrito 12 que acaba bajo la mentoría de Snow.
Es una muchacha alegre e inteligente, lo que la lleva a enfrentarse a la arena con más oportunidades de las que se aprecian a simple vista.
Si acaba vencedora o no, tendrá que descubrirlo el lector, pero lo que nos ofrece a lo largo de la novela es fascinante.
Ella es capaz de hacer tambalear los cimientos de la personalidad de Snow, aunque él siempre encuentra la manera de seguir siendo quien es.
Si hay algo de luz en la vida de Snow, esa es Lucy Gray, apareciendo como un torbellino arcoíris en contraposición con la bondad de Tigris (prima de Snow).
Lucy y Snow van juntos en esta historia, y ella es sin duda la que logra robarle el protagonismo que él tanto pugna por mantener.

Lo que más me ha gustado: Volver a disfrutar de una historia que tanto me gustó en mi adolescencia.

Pese a que los personajes que ya conocía no aparecen (salvo Snow), sí hay una gran cantidad de referencias a lo que sucederá en el futuro.

Conocer el origen de algunas costumbres, de algunas canciones e incluso del odio de Coriolanus por los sinsajos, me ha hecho conectar de nuevo con la saga y querer seguir leyendo hasta llegar al final.

Me gusta la forma en que Suzanne Collins narra la historia, sin hacerla en absoluto densa, con mensajes sencillos y personajes carismáticos que, te caigan bien o mal, animan a seguir la lectura y le dan un toque propio y diferente.

Lo que menos me ha gustado: Coriolanus Snow. Nunca logrará caerme bien, es un hecho. Aunque, curiosamente, también es parte de lo que me ha gustado en esta obra. Sin él, nada sería igual y la novela perdería su esencia.

Este es uno de esos casos en los que, aunque el protagonista cae mal, la obra te gusta tanto que aprecias al antihéroe como protagonista indiscutible y te anima a seguir leyendo.

Conclusión: Me ha gustado tener la oportunidad de leer esta novela y regresar a mi época adolescente de Los Juegos del Hambre.

Me ha parecido una historia muy bien construida e hilada, que me ha enganchado y me ha sorprendido.

Si sois amantes de la saga protagonizada por Katniss Everdeen, sin duda tenéis que conocer el pasado de Snow y de los Juegos del Hambre.

Comentar  Me gusta         40



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(3)ver más