“El trigo tierno” es una novela de transición de la adolescencia a la edad adulta: nos habla de ese complicado momento en el que creemos resolver los problemas como adultos, pero seguimos gestionando nuestras emociones y reacciones como críos, y es también cuando el apetito sexual despierta en nosotros. Philippe y Vinca son los protagonistas de esta novela, los dos se conocen desde que nacieron y por ello creen estar destinados a pasar el resto de su vida juntos, pero en ese verano decisivo deberán enfrentarse tanto al amor platónico que les une como al amor físico latente. La vida cotidiana y rutinaria de los largos días de verano se ve interrumpida con la llegada al pueblo de Camille Dalleray, una femme fatale quien, a pesar de doblarle la edad, se encapricha de Phil y lo introduce a la pasión carnal. Tras esta aventura, Phil intenta identificar qué siente por Vinca, escudándose en el amor romántico y platónico pero sin ser consciente del despertar sensual que se produce en ella. Creo que Colette escribió una obra de arte con esta novela, pues se aprecia precisamente esta impaciencia y contradicción constante de la adolescencia (que se puede observar sobre todo en Phil), y la conciencia del cuerpo, del deseo y de la sensualidad que nacen en Vinca. Colette fue siempre una escritora polémica, que sembraba el escándalo con sus obras pues exponía en ellas temas tabús y abiertamente sexuales. “El trigo tierno” ha sido para mí también un viaje: al mar, a Francia y a la adolescencia. Y, como un buen viaje, quieres disfrutarlo con tranquilidad por miedo a que se acabe pronto, como los largos días de verano, como la inocencia perdida. |