Los Niños terribles

Los rizos caídos hacia atrás por la tormenta desnudaba su pequeña frente feroz y la hacían amplia, arquitectónica, por encima de los ojos líquidos

¿Cómo podía oponer las fuerzas de la razón a esta fatalidad de nieve y de muerte?

Era a causa de su interés por ellos, de su pasión, por lo que les había convertido en sus víctimas

En vez de comprender que él la amaba, que ella le dominaba con su dulzura, que le interesaba dejarse vencer, se engallaba, se encrespaba, se rebelaba contra esa diabólica fatalidad que tomaba por su demonio

El orgulloso Dargelos que hería los corazones con un insoluble amor se metamorfoseaba en una muchacha tímida que Paul dominaría

Elisabeth se ponía un abrigo encima del camisón, se sentaba, pensativa, acodada, con su mejilla en una mano. Todas sus poses procedían de esas mujeres alegóricas que representan a la Ciencia, a la Agricultura, a los Meses