Ready player one

Es el año 2045 y el mundo es un lugar caótico: pobreza extrema, desigualdades sociales agudizadas y precaria calidad de vida. Pero las personas tienen un escape: la utopía virtual conocida como OASIS. Seguimos a un adolescente, Wade Watss, quien dedica su vida a resolver el acertijo que el creador del juego, Halliday, dejó tras su muerte, envuelto en la cultura popular de los ochentas.


Así que acompañamos a Wade, un chico desesperado por resolver todos los acertijos y ganar una enorme fortuna, con el control total de OASIS incluido. Sin duda algo que me encantó es el world-building: Cline crea un mundo alucinante, ocupándose de todos los aspectos: sociales, económicos, políticos, educativos, recreativos y demás. Reimagina las relaciones sociales y el papel que las corporaciones tomarían. Algo que me encantó es el tema de la ética, el sentido de moral que gran parte de los jugadores perciben, en contraposición de aquellos que sólo quieren el dinero y los contratos. No ahondaré en este tema pero me pareció noble y destacable.
Crea un videojuego fantástico que te absorbe, que es alucinante, y hace que la vida se vea intrincado a él: la gente llega a hacer negocios ahí dentro, gran parte de los niños estudia la escuela ahí. Crea un mundo tan funcional que es inevitable que lo exploten.


A pesar de ser tan futurista, tiene muchísimas referencias a los ochentas: su creador estaba obsesionado con todo lo relacionado a esa década, así que es de esperar que los conocimientos en la cultura de esa época sea crucial. Prepárense para disfrutar de referencias a libros, música, películas, videojuegos (obviamente) y demás. Debo aclarar que sí he jugado a un par de videojuegos y conozco algunas películas/libros de los ochenta, pero no demasiados: considero que para leer el libro tienen que tener cierta idea al menos para que lo puedan disfrutar más. Digo, el autor no abusa de las referencias, pero si no conocen nada, puede parecer abrumador.


Si bien es un libro un poco extenso, su narrativa es fluida y pasan tantas cosas tan fascinantes que te hacen meterte de lleno a la historia. Logra un equilibrio entre hacerte conocer el mundo, ver cierta evolución pero también lleva un ritmo trepidante, una sucesión progresiva de acontecimientos. Hay aventura, comedia, amistad, romance y algunos giros: todo en la justa medida, para hacerte disfrutar totalmente la historia. Además, creo que está libre de clichés: evita los estereotipos cómodos en los que caen muchos autores, haciendo la novela más fresca.


Los personajes me parecieron bien elaborados. Cline no destaca muchos personajes, pero sí los suficientes para perfilarlos bien. Me encantó el personaje de Wade: es un chico valiente pero también impulsivo y temerario. No siempre gana, lo que me pareció que le añadió más realismo a la historia. Hache se me figuró un chico divertido, un amigo entrañable que tiene bien claras sus prioridades. En serio, la amistad que tiene con Wade es tan bonita: se divierten y se apoyan, pero también tienen claros los límites como competidores para ganar la competencia de Halliday.


El personaje de Art3mis también me gustó: a pesar de que a veces se idealizara demasiado en los ojos de Wade, es una chica inteligente, audaz y sensata. Me gusta el ritmo del libro, como de repente salta y las cosas cambian poco a poco, o repentinamante se descontrolan. Te hace odiar a Wade, reprocharle su fallos o reconocerle sus aciertos.


Y las pruebas, los acertijos que elabora son brillantes: me parecieron tan ingeniosos, alucinantes. No les spoilearé nada pero los disfruté muchísimo.
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