Un gato en el palomar

El príncipe Alí Yusuf está tratando de huir de Ramat, ya que su vida peligra ante la revolución en contra de él que está a punto de estallar. Para ello pedirá ayudará a su amigo Bob y ambos tratarán de escapar del país, pero antes, le encargará una importante misión a su este: sacar del país por otros medios unas joyas familiares. Así, si ellos no consiguieran escapar las joyas estarían a salvo. La acción se trasladará a un prestigioso instituto para jovencitas de familias adineradas, el Meadowbank, donde la tranquilidad de sus profesoras y alumnas está a punto de acabarse.

Lo primero que me ha gustado mucho de "Un gato en el palomar" es que nos presenta un escenario bastante diferente a lo que acostumbra a mostrarbla autora, o al menos en cuanto a lo que he leído hasta ahora. No solo por el tema de la revolución y el espionaje, si no por el propio ambiente de las jóvenes en el instituto. Me ha gustado muchísimo la ambientación. También he disfrutado mucho del transcurso de las idas y venidas de la historia y esa sensación de "quién será el siguiente en caer". Tiene ese tufillo a slasher que siempre me flipa.

Donde me ha cojeado bastante esta vez ha sido en el final, no porque lo haya adivinado, porque era difícil, si no porque no me ha parecido tan bien hilado como otras veces, y era un poco imposible dar con las pistas. Agatha a veces tiene finales así, un poquito tramposos, pero bueno, siempre se le perdona porque el proceso de leer sus libros y crear hipótesis propias siempre es un disfrute. Tampoco me ha convencido mucho que Poirot salga prácticamente en la última cuarta parte de la novela, y lo resuelva todo por arte de magia, casi sin hablar con los testigos. Hasta ahora no me había ocurrido que en una novela "protagonizada" por Poirot, este no salga hasta 40 o 50 páginas antes de acabar, aunque sí que me ha pasado con Miss Marple. En ninguno de los casos me convence que tarden tanto en aparecer.

Para un lector ya acostumbrado a la autora, no es nuevo el descubrir que leer a esta mujer crea adicción. Y es lo que me pasa siempre con cada una de sus obras, las disfrute más o las disfrute menos, tengan una historia más redonda o más justita, tengan un final impecable o uno sacado de la manga, siempre leo sus historias con ganas, las comienzo y no paro hasta que devoro sus páginas. No todos los autores tienen ese efecto en mí, y Agatha Christie lo tiene. Y lo mejor es que no me canso de ella.