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Hastings llega a Londres y se encuentra con un Poirot preocupado. le han mandado un anónimo, en el cual, le retan a solucionar un crimen, para ello le da el día y el lugar donde se cometerá. La preocupación de Poirot se hará realidad, cuando el día que decía la carta muere asesinada una persona. Pero lo más curioso es que no hay ninguna pista, excepto una guía de ferrocarriles A.B.C. Por lo que, el asesino continúa mandando cartas a Poirot siguiendo en sus crímenes un orden alfabético ¿Encontrará Poirot la pista definitiva que le lleve hacia el asesino? ¿Podrás deducir, antes que el mismísimo detective, quién es? Como siempre recurrir a Agatha Christie es todo un acierto. Además, aparte de la expectación que se crea por saber quién es el asesino, Christie ha preferido que el lector se centre no en quién es, sino en porqué. Por ende, en esta entrega, el lector debe ir más allá de lo que a simple vista puede parecer “normal”, porque esa será la prioridad de Poirot. Si que es cierto que más o menos llegando a la mitad del libro se me hizo un poco tedioso seguir la lectura, pero porque parecía que todo estaba hecho. Pero, obviamente, Agatha Christie siempre, siempre supera mis expectativas y sobre todo, ME ENGAÑA 😂 ,no deduje quién era el asesino hasta el final. Y eso para una novela de misterio es esencial. Enlace: https://www.instagram.com/sn.. |
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