El primer libro de Agatha que tuve la oportunidad de leer y desde entonces me enamoré de la dama del crimen. Idear una serie de asesinatos a partir de una canción infantil (no tan infantil) le da ese toque macabro que obsesiona al lector desde la primera página, obligándole a leer capítulo tras capítulo hasta encontrarse con el final más inesperado. En definitiva la reina de la narración engañosa. |