Me gustó mucho la historia, bastante entretenida, la manera en que el detective Poirot analiza palabra por palabra las declaraciones de los pasajeros del tren hasta descubrir la identidad del asesino. Un aspecto bastante positivo es el final, donde el asesino es alguien que el lector no se imagina, una vez que una historia policial logra eso significa que es una excelente obra. Quizás me hubiera gustado más desarrollo del personaje de Poirot porque tiene muy poca historia. Sin embargo considero que, para ser la primera novela que leo de Agatha Christie, fue una grata experiencia. |