La flor púrpura

En una Nigeria sumida en una dictadura militar y todo lo que ello implica. Kambili adolescente de 15 años se ha criado como una niña económica y socialmente privilegiada, pero sometida al yugo de un padre severo y controlador en grado extremo y lo más doloroso y fuerte para el lector es que para ella que el padre controle todos y cada uno de los aspectos de la vida de toda la familia es algo que ni siquiera cuestiona, para ella es lo más normal.
Toda su vida (y la de su hermano) está moldeada en torno a agradar a su padre y todos sus actos son en búsqueda de su aprobación y hacerlo sentir orgulloso, aunque este hombre sea cruel y déspota.
Es el padre la figura central de la novela un hombre que mantiene un control férreo sobre su familia que curiosamente es un pilar de la comunidad y que es defensor de derechos tales como la libertad de expresión y de otras libertades y derechos civiles, pero que dentro de su hogar el controla todos los aspectos incluso hasta lo que dicen su esposa e hijos. Dejando en claro la gran contradicción que muchas veces se hace presente entre la figura pública y el hombre detrás de las paredes de su casa..
El cambio se produce cuando los hermanos pasan unos días en casa de una hermana de su padre, donde conocen como se comporta una familia que podríamos llamar "normal"
Se puede reseñar el libro desde el punto de vista de los hermanos, ver cómo no cuestionan nada de las decisiones de su padre, y como van descubriendo que la vida que han llevado ha estado marcada por el maltrato tanto físico como sicólogo. Lo más duro es ver cómo estos adolescentes han normalizado y justificado las condiciones de vida que han llevado
Pero la reseña la quiero centrar en Eugene, este padre que controla a su familia con puño de hierro, controlando hasta los aspectos más básicos de la vida de su esposa e hijos. Sus motivaciones son de carácter religioso, ha llevado los preceptos del catolicismo a extremos que no son normales y que los deforma, lo que me hace pensar que las religiones, las creencias no son son causas en si de conflicto, si no la interpretación que gente insana hace de ellas.
Eugene es un hombre lleno de contradicciones, por una parte es un férreo defensor de las libertades aún a riesgo de su vida e integridad en una Nigeria en que abundan los asesinatos y desapariciones políticas, pero este mismo hombre es un verdadero tirano en su propia casa. Eugene es un hombre lleno de contradicciones que está convencido de que su actuar está justificado, que lo que hace es por el bien de su familia, él si ama a sus hijos, pero la forma en que lo hace es enfermiza y cruzada por su fanatismo religioso
En muchos aspectos esta es una novela brutal que en muchos momentos duele leer y que provoca fuertes sentimientos de angustia y tristeza.
Es una novela fácil de leer por lo bien escrita que está, pero difícil por todas las emociones que provoca.
Cada vez más convencida de que Chimamanda Ngozi Adichie es de los grandes escritores de la actualidad (incluyendo hombres y mujeres) y que Nigeria tiene en ella una fuerte carta para el Premio Nobel de Literatura