Me sentí estafada en sentido figurado (porque el libro lo cogí prestado de la biblioteca y menos mal que no me gasté el dinero en algo así) porque más de la mitad del libro no está escrito por Chimamanda sino que es una especia de ensayo de otra autora que nada tiene que ver con lo que estamos hablando y utilizar el nombre bien grandote de la autora activista para captar nuestra atención me parece un poco engaño. Sobre sus contadas 25 páginas no tengo ninguna queja porque todos deberíamos leerlas y ver lo cieg@s que estamos cuando solo nos llega información sesgada de todas partes.
|