Vera está convencida después de los últimos acontecimientos, que lo mejor para ella y su hija es dejar Madrid atrás y mudarse a Rose Lake y empezar de cero. Maia por el contrario, está muy enfadada con su madre por separarla de su vida y sus amigas, ¿Que va a hacer ella perdida en un pueblo de Oregón? ¿Conseguirán los espesos bosques, las montañas, el lago, y las apenas mil personas que forman parte del pueblo, que Maia se enamoré de él y lo sienta como su hogar? Una historia preciosa, con dos historias de amor paralelas contadas a cuatro voces por sus protagonistas, que me hizo enamorarme de los protagonistas, secundarios y de Rose Lake. Una novela que me mantuvo pegada a sus páginas hasta terminarla, que me hizo entrar en la historia desde la primera palabra, y es que ese prólogo ya viene pisando fuerte. Y me dejó con ganas de mucho más en su punto y final…por el momento. Ganas locas de que llegue septiembre, y descubrir la segunda parte de esta maravilla. Todos los personajes, en mayor o menor medida me han encantado, pero Martin, ains Martin me ha robado el corazón…😍😍 Este librín para mi fué adictivo y me costó soltarlo la verdad, pero ¿Cuándo no lo es un libro de Cherry? |