Charlie es uno de esos protagonistas difíciles de olvidar. Él es un bicho raro pero está intentando no serlo. Nada más comenzar la novela conocemos que su mejor amigo se ha suicidado y cómo él se siente muy perdido en estos momentos. Narrada en primera persona a través de unas cartas que escribe a una persona casi desconocida para él vamos conociendo su vida, sus miedos, sus amigos y familia, conocemos cómo intenta implicarse en lo que hace. Está catalogada como novela juvenil pero sinceramente, creo que es apropiada para cualquiera. En mi caso, gratamente sorprendida por esta pequeña joya, que me ha resultado muy original. |