Devorada la última novela de Carme Chaparro. Fiel a su estilo, se trata de una trama compleja, con personajes variados y muy realistas, buen ritmo y resolución final de todas los frentes abiertos. ¿Quizá Berta Gigliani se convierta en la próxima Ana Arén? El listón estaba muy alto y, aunque algunos de los giros los he visto venir con bastante anticipación, ha superado la prueba. |