Dile a tus ojos que se callen

Algún día entenderás que el paisaje no consiste solo en lo que ves, sino en lo que sientes cuando lo ves y con quién lo ves. Lo que te transmite al verlo. El paisaje en el fondo es lo de menos, son las sensaciones.

Cuando alguien ve algo malo en un beso entre dos chicas no hay que castigarle, hay que apiadarse de él porque nunca llegará a querer con los ojos cerrados.

Pues cuando la veas llorar, no la dejes sola, acompáñala. Para lo bueno y para lo malo, las lágrimas siempre deben ir acompañadas. Siempre necesitamos a alguien para celebrar algo, o, en el peor de los casos, para abrazarnos y consolarnos. Si tienes el valor de dejarla sola, acabarás arrepintiéndote.

—Pero no hablo del amanecer que piensas tú —señaló—. Acostarte con alguien hasta que salga el sol no cuenta. Hablo de abrir los ojos y que esté allí a tu lado y lo mires y no quieras que los minutos pasen, deseas quedarte allí todo el día, que el sol no se vaya nunca, que haga la mañana eterna y que solo nos preocupemos de las sábanas. Eso es algo que no cambiaría por nada.

Algún día entenderás que el paisaje no consiste solo en lo que ves, sino en lo que sientes cuando lo ves y con quién lo ves. Lo que te transmite al verlo. El paisaje en el fondo es lo de menos, son las sensaciones.