Pido perdón al lector si en algún momento divago en el relato. De alguna manera, si esta historia sale a la luz alguna vez, quisiera poder hacer entender de que forma sufrí y sigo sufriendo. Privarte de libertad debe ser algo muy duro, un castigo difícil de sobrellevar, pero creo que es mucho peor peor privarte de tu identidad sin ni siquiera haber hecho nada malo para merecerlo, tan solo conocer la verdad oscura de una persona sin escrúpulos y además, teniendo que guardar el secreto para siempre. Por eso escondo este diario, porque siento la necesidad de contarlo todo. Dicho esto, os relataré mi peripecia a bordo del Golden Mediterráneo.