El eterno femenino

5/5
Acerca de la obra:
"El Eterno femenino" es una obra publicada por Rosario Castellanos en 1975. Destaca por su lírica y prosa teatral, en esta, centra el papel de la mujer dominado por los hombres.

Trama:
Conoceremos a Lupita, la protagonista de la obra, donde en su primer acercamiento, se encuentra en una estética para ser arreglada el día de su boda. Una vez ahí, entre pláticas y problemas planteados, surge la duda de querer casarse. Las mujeres que se encuentran ahí conversan acerca del asunto; como una futura esposa, madre y a disposición entera del marido.
A lo largo de la trama resurgen mujeres importantes de la historia: Adelita, Carlota, Sor Juana Inés de la Cruz, Josefa Ortiz de Domínguez y Rosario de la Peña. Ellas recuerdan con nostalgia su vida en dominio de un mundo lleno de hombres, donde al ser mujeres tenían una condición feminina, de maternidad y obediencia.

Opinión:
Siempre surge la duda de si en la historia los protagonistas de las batallas, guerras, conflictos, enfrentamientos, etcétera, pertenecían al género masculino. Porque aunque se mantenga el nombre de una mujer, nunca se le da el reconocimiento tanto como el de un hombre. Justo esto, es lo que pretende mostrar el libro; en cada acontecimiento de la historia hubo mujeres que también luchaban y deseaban tener opinión y voto, sin dejar de ser consideradas arrogantes o mal agradecidas. Con la voz de esas mujeres que llegaron a considerarse importantes, sin olvidar que no están todas las que eran ni las que son, hablan dando su opinión desde un mundo dominado por los hombres, el cómo nunca tuvieron la oportunidad deseada de expresarse y participar, así como, la vida cotidiana que ha cambiado gracias a la lucha de mujeres que la han mantenido.
La obra busca relucir en acciones dramáticas e históricas una acción que pudo haber cambiado el rumbo de todo una vida y, a su vez, toda la historia. Destapando la realidad, se consigue otra manera de alcanzar la libertad.
Rosario Castellanos replantea y combate los mitos con una prosa bella y sencilla, dejando claro el papel como mujer llena de hombres machistas, adulteros, etc.

En otra fuente enfocada, simplemente, en "eterno femenino" se considera al arquetipo dado al concepto de mujer. Considerando que la esencia entre mujeres y hombres es diferente. El concepto fue establecido cerca del siglo XIX, cuando la esencia de la mujer se enfocaba en la espiritualidad para ser establecidas con cualidades de pureza, castidad, delicadeza, amabilidad, gracia, etc.
Algunos filósofos como Goethe o Nietzsche, generalizan la idea, caracterizando las virtudes de una mujer como privadas y la del hombre públicas.
Por otro lado, Simone de Beavoir consideraba el eterno femenino como una acción patriarcal, denominado a la mujer como un símbolo pasivo que no debía pensar ni actuar.