Cuando empecé a leerlo estaba un poco perdida, que si los ochos... los seis... Con todo esto no tenía las expectativas muy altas, porque no me estaba enganchado, incluso pensé que iba a ser un fracaso de lectura. Pero lo cierto y sorprendente es que me hicieron falta unos pocos capítulos para “empezar” a engancharme. A partir de ahí, ya no pude soltar el libro. A pesar de tener la letra pequeña (me hice con la edición de bolsillo) lo leí bastante rápido. Es una historia que me hizo recordar a Los juegos del hambre (por las castas y la competición) pero con una temática de princesas. Su final me dejó intrigada y con muchas ganas de seguir con la segunda parte. |