La partitura. Música para Adam

Adam tiene un accidente y queda ciego de por vida; ya no siente la música como antes y deja de componer. Charlotte se muda temporalmente a Londres para terminar la carrera de música, la última promesa que le hizo a su hermana antes de su muerte. Ambos están perdidos, sin ganas de retomar su pasión: la música. ¿Pero que sucederá cuando se encuentran con una partitura inacabada del gran Chopin?

Se nos presentan dos historias: por un lado, la de Adam y Charlotte; por el otro, la partitura nos remonta a principios del 1800s, junto a Chopin.

Al principio se me hizo un poco engorroso, sentía que era pura descripción y poco diálogo. A partir de la página 100 empezó a tomar un ritmo que me atrapó completamente. Es impredecible en todo momento, menos el final que ya me lo venía venir jajaj.

Es una historia muy linda, sana, con un romance no tóxico - me parece importante hacer hincapié en esto, ya que últimamente estoy viendo que se está naturalizando el romance tóxico. Hay varias frases que me emocionaron, muy bellas.

Lo que más destaco, más allá de la trama en sí, es el tema de la ceguera. El hecho de que uno de los personajes principales sufra de ceguera, me parece importante para poder aprender y comprender mejor la situación que muchas personas viven día a día.

También se tratan otros subtemas importantes: el duelo, las enfermedades mentales, el ser músico como profesión, la realidad de la ceguera en sociedad. Particularmente, aprendí mucho sobre Chopin - y también de historia mundial.