Volvió a sentir la ira. Llegaba en oleadas y, cada vez que encontraba un objetivo nuevo, la ola siguiente era más alta.
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Volvió a sentir la ira. Llegaba en oleadas y, cada vez que encontraba un objetivo nuevo, la ola siguiente era más alta.
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Que vea la cara y no la máscara.
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Nadie podía despertar de la realidad.
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La confianza es el hilo que nos ata, y la soga que nos cuelga.
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Nosotros no matamos, pero podemos destruir.
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"Cinco miembros del Cinquerat, cinco estandartes de cabrones", solía decir el pueblo.
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Pedir ayuda a un amigo es mucho mejor que confesar nuestros problemas a un enemigo.
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Los nombres de personajes en un libro aparecen: