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Una trágica llamada en mitad de la noche despierta a Luc para informar de que su mejor amigo desde la universidad, Jean Claude Rommand, agoniza debido al dramático incendio de su hogar. La que no ha salvado la vida es su esposa ni los dos hijos del matrimonio. Sin embargo, lo peor está por llegar. al duelo por las pérdidas se suma el de la confianza en su colega cuando la policía le confirma que la esposa e hijos, así como los padres de Rommand y que viven a 80 kilómetros, fueron asesinados de manera violenta antes del incendio y que su amigo no es realmente un prestigioso investigador médico que trabaje para la OMS. Una historia real que conmocionó la Francia de 1993 y en cuya investigación Carrère se implicó hasta el punto de establecer una ordinaria correspondencia, visita a la prisión incluida, y en la que me adentraba con bastante conocimiento previo de la misma y avalada por las (casi) unánimes positivas reseñas. Y aquí mi impopular opinión... No termino de entender las continuas alabanzas a una obra cuyo valor literario no encuentro y en la que el interés psicosocial se diluiría pronto si asumiéramos que nos encontramos ante un perfil mitómano llevado al extremo. Ya está, es difícil de asumir, pero por más que excavemos en el vertedero emocional del acusado, no vamos encontrar una explicación satisfactoria. Si asumimos que el demonio no existe, debiéramos "aceptar" que las personas en ocasiones actúan mal, en todos los grados catalogables. Desde luego que es una lectura que engancha, bueno, más bien lo es la historia real que se describe, a la que como un accidente que nos cruzamos en la carretera no somos capaces de evitar mirar. Esto tampoco estoy seguro de que abre en favor del autor, la verdad. Se elogia la "genialidad" de Carrère de convertirse a sí mismo en parte integrante del relato, sin embargo tampoco es algo orgánico en la obra, y la implicación emocional de Carrère en el crimen la encontramos en su inicio (con unas efectistas frases que abren el libro), desaparece para dar paso a la trepidante narración de los acontecimientos, y la volvemos a encontrar en un final en el que nos vuelve a repetir lo difícil que ha sido para él y... bla bla bla. En resumen, sí que es un libro que engancha, y tan corto que es se lee muy rápido, pero que ni en lo estilístico y literario me ha llamado la atención, ni como crónica periodística, para la cual recomiendo mucho más otro libro basado en un desgraciado crimen machista ocurrido también Francia como es 'Laëtitia o el fin de los hombres'. |
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