—Vete —ladró él—. Tómate un descanso. Te daré un grito cuando se hayan despertado. —¿Está seguro? Si la artritis y la acidez le molestan… —Tú eres lo único que me molesta —la interrumpió él—. Dile a Jack que va siendo hora de ir al río. —Está en el porche del bar probando moscas. Creo que se le ha adelantado mucho. |