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Crítica de lavidademisilencio


lavidademisilencio
14 December 2020
Londres, 1857. Hace ya dos años que Rhys se marchó a Escocia, dejando atrás a un Michael confundido y lleno de rabia. Ahora, poco a poco, Michael vuelve a ser la persona que era, aunque las dudas de lo que podría haber sido y no fue siguen acechándole. El boxeo está siendo su vía de escape, lo que le está sacando del pozo en el que cayó desde que su amante, el mejor amigo de su hermano Simon, se fue sin ninguna explicación.

Escocia ha tratado bien a Rhys. Sin embargo, ese nunca ha sido su lugar y, cuando su amiga Alyce le pide ayuda, regresa a Londres sabiendo que tendrá que enfrentarse a Michael tarde o temprano.

Alyce huyó de Londres tras hundirse su reputación. Ahora, con una de sus hermanas en problemas, volverá al lugar donde empezó todo. Con su hija Ariana y con la ayuda de su fiel amigo Kade, emprenderá una nueva vida con la que pretende presentarse en sociedad de nuevo con la cabeza bien alta.

¿Conseguirán Mike y Rhys recuperar lo que tuvieron? ¿Podrá Alyce dejar atrás el pasado que la marcó y forjarse un nuevo futuro sin nadie que la mire por encima del hombro?

Apostando al rey se divide en 24 capítulos de longitud corta y media, además de un prólogo y un epílogo. Narrado en tercera persona y en pasado, nos encontramos a lo largo de los episodios con tres perspectivas principalmente: la de Michael, la de Rhys y la de Alyce.

La novela se relata de forma cronológica y sin ningún tipo de salto temporal, ambientándose en el Londres de 1857.

En cuanto al ritmo, no decae en ningún momento. La autora es capaz de mantener al lector en vilo, ya sea por la tensión entre Michael y Rhys, además de lo complicado de su relación en el contexto en el que se desarrolla la historia, así como por la trama en torno a Alyce y su proyecto.

De la pluma de Carol S. Brown he adorado que, además de ser sencilla y directa, tiene una gran capacidad para crear tensión entre los personajes. Soy de esas lectoras que disfruta de las historias cuyo romance no es precipitado y toma su tiempo; en este caso, aunque no vemos el principio de la relación —quitando de algún flashback—, la dinámica entre Michael y Rhys es muy entretenida de leer. Ese "quiero y no puedo" es de lo que más he disfrutado de la lectura de este tomo.

Cuando terminé Alas de cristal me alegré muchísimo que se diera a entender que el siguiente trataría sobre Alyce. Aunque no ha tratado completamente sobre ella, que su historia sea una de las tramas principales me ha hecho adorar el libro por completo.

Alyce se fue de Londres huyendo de una sociedad que la tachaba por ser una mujer que no se atenía a las normas sociales y vivía su vida con libertad. al regresar para ayudar a su hermana Elsie a salir de una situación complicada, cae en la cuenta de la cantidad de mujeres que necesitan un lugar seguro al que acudir, donde no preocuparse de los hombres ni de lo que dirá la sociedad de ellas. Me ha encantado ver cómo este proyecto, de fuerte carácter feminista, tomaba forma a lo largo de la historia.

Respecto a Michael y Rhys, Apostando al rey trata temáticas como la homosexualidad y cómo se percibía en la época (estaba penada por ley). A pesar de estar ambientado en 1857, las cuestiones que abordan no distan demasiado de las problemáticas a las que se enfrentan las personas del colectivo LGTBI a día de hoy.

También se trata, con un personaje específico, el tema de la gordofobia. Aunque no se pone mucho énfasis en él, no me ha pasado desapercibida la intención de la autora de penalizar estas actitudes en contra de los cuerpos no normativos.

En cuanto a The Golden Swan, el medio que se encarga de difundir todos los cotilleos de la élite londinense, en la reseña de Alas de cristal me quejaba del gran peso que tenía en la trama, y que a mí me aburría bastante. En Apostando al rey pasa a un segundo plano, lo que he agradecido, pues prefería que la novela se centrara en otras tramas.

Por otra parte, el final de la historia me ha resultado perfecto, pues no deja ningún cabo suelto y te deja buen sabor de boca. Además, el epílogo es un plot twist de los que no te ves venir —al menos en mi caso— y que te hace replantearte toda la serie desde una nueva perspectiva. Por suerte, hace poco la editorial anunció la cuarta parte de la serie Daventry —El color del coraje— y solo tendré que esperar hasta febrero de 2021 para saber cómo continúa.

Para terminar, en cuanto a los personajes, me ha gustado mucho conocer más sobre ellos. A día de hoy llevo muy pocas sagas al día, y poder ver cómo evolucionan los personajes entrega a entrega es un placer como lectora.

De Michael me quedo con su entereza y como, a pesar de las adversidades y de los obstáculos que se va encontrando a lo largo del camino, sabe lo que quiere y no se conforma con menos. Me ha parecido un personaje muy fuerte que ha sabido defender sus ideales y no se ha achantado ante nada.

Con Rhys, a pesar de que se entiende perfectamente su postura, me ha costado más conectar, porque es más hermético y tira mucho de coraza. Sin embargo, es un gran personaje y todos esos matices son lo que lo hacen uno de los más interesantes de la novela.

De los principales me quedo, sin ninguna duda, con Alyce. Ya en Alas de cristal me conquistó por su fiereza a la hora de luchar contra lo que se imponía a las mujeres en la época. En esta novela, además de esto, se le añade que se convierte en un símbolo feminista, pues pretende que todas las mujeres tengan un refugio al que acudir y en el que sentir tranquilidad y paz. Es un personaje valiente y una gran madre y amiga.

En cuanto a personajes secundarios, me hubiese gustado conocer más sobre Elsie para poder entenderla mejor; espero que en la siguiente entrega se explore un poco más su personaje. Quien más me ha fascinado ha sido Kade, hermanastro de Rhys y amigo de Alyce. Que sea un guerrero pero al mismo tiempo tenga una personalidad tan amable y bondadosa le ha convertido en una de las figuras que más me han llamado la atención de Apostando al rey.

En definitiva...

Una digna tercera parte para la saga familiar que sigue los pasos de los Daventry, un linaje noble en el Londres del siglo XIX. Esta entrega se centra en Michael Daventry, en su romance con Rhys Harrington y en cómo su amor no solo no era aceptado en esa época, sino que estaba penado por ley. Una interesante novela que, además de la homosexualidad, también aborda el papel de la mujer en esa época.
Enlace: http://lavidademisilencio.bl..
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